Arranca el segundo año de Unai Emery al mando del Arsenal y lo hará con mayor presión porque está obligado a meter al equipo en Champions League. El club del Norte de Londres acumula tres temporadas sin estar en la competición europea más importante a nivel de clubes. Anteriormente, Arsène Wenger clasificó durante 19 años al equipo, pero en su adiós no logró ampliar esa hazaña. La dirección deportiva optó por cambiar de entrenador y se decantó por el técnico vasco. En su primera temporada se alcanzó la final de la Europa League aunque no se consiguió alzar el trofeo.

Emery cayó de pie en el Emirates Stadium y tardó muy poco en levantar un transatlántico que se dirigía al fondo del océano. La grada conectó con el equipo y el equipo con sus aficionados, los primeros meses de competición fueron increíblemente buenos y la ilusión por volver a Champions empezó a crecer por cada rincón del barrio de Holloway. Los Gunners encadenaron una racha de veintidós partidos sin perder en todas las competiciones, hasta que el Southampton frenó esa racha a mediados de diciembre. Esa derrota contra los Saints acabó pasando factura, ya que el equipo tardó varias semanas en enderezar su rumbo. La mejora de resultados llegó en el tramo más importante de la competición con las semifinales de la Europea League en juego ante el Valencia. El Arsenal acabó con el Nápoles, en cuartos, y tumbó al Valencia a base de goles. Emery optó por ganar esta competición para llegar a Champions con el billete de la Europa League, por eso hizo rotaciones en la Premier . Apostó todo a una mano y lo acabó perdiendo todo. Primero, el Arsenal perdió puntos muy valiosos al final de la temporada y quedó en quinta posición, fuera de Champions. Después, el Chelsea acabaría ganando la Europa League y dejando a su vecino de Londres sin la posibilidad de ir a Champions la temporada siguiente.

El club arrancó este verano con un presupuesto inferior a 70 millones de euros, debido a la escasez de ingresos al no entrar en Champions. Sin embargo, la directiva deportiva ha hecho milagros para reforzar al equipo de manera sobresaliente. Gabriel Martinelli, Dani Ceballos, William Saliba, Nicolas Pépé, Kieran TIerney y David Luiz. Seis fichajes para reforzar una plantilla que necesitaba refuerzos. William Saliba jugará cedido esta temporada en el St-Étienne, Dani Ceballos solo estará una temporada en Londres al firmar un año de cesión con el Arsenal y Pépé, fichaje estrella, acabó decantándose por el Arsenal y no por el Nápoles. En el Deadline Day llegaron Kieran Tierney y David Luiz. Dos jugadores muy necesarios para apuntalar la defensa. El club apuesta todo por entrar en Champions y si a final de temporada no se consigue el objetivo, lo más seguro es que se tenga que vender alguna de sus estrellas.

Altas: Gabriel Martinelli (6,7M€ - Ituano), Dani Ceballos (cesión – Real Madrid), William Saliba (30M€ - St. Étienne), Nicolas Pépé (80M€- LOSC Lille), Kieran Tierney ( 27M€-Celtic) y David Luiz (Chelsea)

Bajas: Aaron Ramsey (Juventus), Alex Iwobi (30€-Everton), Laurent Koscielny (5M€-Bordeaux), Takuma Asano (1M€-Partizán), David Ospina (3,5M€-Nápoles),  Krystian BIelik (8,2M€-Derby County), Petr Cech (retirado), Danny Welbeck (Watford), Carl Jenkinson (Nottingham Forest) Stephan Lichtsteiner (libre) y Denis Suárez (Barcelona).

La estrella: Aubameyang y Lacazette

No es una locura decir que la dupla formada por Aubameyang y Lacazette es la segunda mejor que ha tenido el club desde Henry y Bergkamp. Al igual que la pareja de los Invencibles, Laca-Auba han mantenido al Arsenal vivo hasta el final de la Premier League y de la Europa League. Entre los dos sumaron 50 goles y 24 asistencias entre todas las competiciones, de los cuales 19 goles y 13 asistencias fueron de Lacazette, frente a los 31 tantos y 8 pases de gol de Aubameyang. Dos estrellas vitales para entender el funcionamiento del equipo y del esquema táctico empleado por Unai Emery. Esta temporada se añade un nuevo integrante, Nicolas Pépé llega para formar un tridente ofensivo invencible. El tiempo nos dirá…

El entrenador: Unai Emery

La decisión tomada por el club de cambiar de entrenador fue en un primer momento sorprendente e, incluso, atrevida porque Wenger y Emery, a priori, apenas tienen muchas cosas en común. El Arsenal practicaba un juego muy vistoso, asociativo y de construcción a base de posesiones largas con el entrenador francés. Emery lo cambió y no tardó en implantar su metodología. El vasco apostó por un juego más directo, transiciones rapidísimas con muy pocos pases, una presión adelantada y dando mucha importancia a las arrancadas de sus laterales por las bandas.

El objetivo prioritario de esta temporada en cuanto a juego será mejorar la línea defensiva. El punto más débil del Arsenal en los últimos años ha sido la defensa, ya el año pasado se reforzó con fichajes y este verano también. La lesión de Bellerín a principios de temporada provocó que Maitland-Niles pasase de ser extremo a lateral, Mustafi no ha dado el rendimiento esperado, Sokratris no se ha adaptado al juego inglés, a Monreal le empieza pasar facturar la edad y Kolasinac es un polvorín. Este verano han llegado Kieran Tierney y David Luiz, los dos jugadores apuntan a la titularidad. 

Durante la temporada pasada, el técnico vasco apostó por dos dibujos tácticos claramente diferenciados. Uno para la Premier League, 4-2-3-1, y otro para la Europa League, 3-4-1-2. Con el primer sistema se ganó el 60% de los puntos y el segundo solo se utilizó en 13 partidos, ganando en el 64% de las veces. Este curso futbolístico se espera que el tridente formado por: Nicolas Pépé, Aubameyang y Lacazette sea el mejor de la Premier.