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SELECCIÓN

Se cumplen 20 años del título en el Mundial Sub-20 de Nigeria

Casillas y Xavi comandaron a una generación inolvidable que cuajó un torneo maravilloso pese a las dificultades del país. En la final golearon a Japón (4-0).

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Se cumplen 20 años del título en el Mundial Sub-20 de Nigeria

Se cumplen 20 años de aquel inolvidable 24 de abril de 1999 en el que España se proclamó por primera vez campeón del mundo de fútbol en cualquiera de sus categorías. Lo logró la Sub-20 en Lagos, capital de Nigeria. La Selección, comandada por Iñaki Sáez, se impuso en la final por 4-0 a Japón y puso así colofón a un torneo mayúsculo, una cita con la historia que cambió para siempre el rumbo de España en el fútbol de selecciones.

Parte de esa generación conseguiría, apenas una década después, convertir el éxito juvenil en uno absoluto cuando España fue campeón del mundo en Sudáfrica (2010) y también de dos Eurocopas consecutivas (2008 y 2012). 

Sin duda los referentes del equipo Sub-20 que tocó el cielo han sido, pasado el tiempo, Casillas y Xavi. Los dos siguen jugando, uno en Portugal y el otro en Qatar. Junto a ellos, Marchena, ya retirado, es el único que logró ser campeón del mundo absoluto. El equipo español que triunfó en Nigeria es inolvidable, en cualquier caso.

Aranzubía y Casillas, dos años más pequeño, se alternaban en la portería. Coira, Marchena, Jusué y Bermudo eran los defensas. Orbaiz, Xavi, Varela, Gabri y Barkero completaban el centro del campo; Pablo Couñago hacía de delantero. En la final ante los japoneses marcaron Barkero, Gabri y Pablo (dos). En el banquillo había otros grandes jugadores como Colsa, Yeste o David Aganzo, que entró en la lista a última hora por la lesión de Gerard y tuvo que viajar más tarde que el resto y lleno de fajos de billetes pues el dinero de la expedición se agotaba. 

Aparte del triunfo, el Mundial Sub-20 encerró un sinfín de historias que hicieron más grande la gesta. Las pésimas condiciones con las que los jugadores tuvieron que convivir les llevaron a amotinarse en pleno torneo. Su hotel de concentración en Kaduna era indigno, con camas pequeñas e incluso reptiles, y el autobús en el que viajaban pasaba por aldeas con gente armada. Iñaki Sáez, que perdió a su madre esos días, convenció a los jugadores y se quedó con ellos hasta llevarles al título.

Casillas fue bautizado como El Caimán de Kaduna y empezó a forjar su leyenda. Era el más joven de todos, pero fue el héroe en la tanda de penaltis de cuartos ante Ghana. Días inolvidables que tuvieron un 24 de abril como su fecha culmen. España, por primera vez, era campeona del mundo de fútbol.