NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLÉTICO DE MADRID

Lemar, un final de temporada para ir cogiendo sensaciones

El francés se reencontró con el gol más de cuatro meses después para dar el triunfo al Atlético en Ipurua. "Ni siquiera pienso en salir" declaró.

Actualizado a
Lemar, un final de temporada para ir cogiendo sensaciones

Thomas Lemar fue el gran protagonista de la victoria del Atlético ante el Eibar en Ipurua. El centrocampista francés regresó al equipo después de tres semanas de baja y marcó el único gol del partido aprovechando una fantástica asistencia de Koke al segundo palo

El gran fichaje del verano pasado, llegado del Mónaco por 70 millones de euros, no ha tenido una primera temporada a la altura de las expectativas generadas por la incorporación más cara de la historia del club. Ahora tiene cinco jornadas de final de curso por delante para ir progresando en su adaptación pensando ya en la próxima temporada, donde se espera que el jugador de 23 años de un paso al frente y tenga un papel capital en el equipo ya que calidad tiene. 

Lemar tuvo una presentación fantástica, con un gran partido ante el Real Madrid en la Supercopa de Europa. El francés demostró sus mejores cualidades en su primer encuentro oficial como rojiblanco con regate, desequilibrio, visión de juego y velocidad. Sin embargo, esas grandes sensaciones se fueron difuminando con el paso de los partidos. Lemar siguió contando con la confianza de Simeone (suma 2.314 minutos pese a los problemas físicos), pero cada vez iba pasando más desapercibido en el devenir de los encuentros. 

Su actuación en Getafe (22/09/18) fue el reflote, siendo clave en los dos goles del Atlético. El primero con un fantástico disparo que se introdujo en la portería después de chocar con el larguero y rebotar en la espalda de David Soria y el segundo regateando al meta y resolviendo con soltura. Su otro gol llegaría el 5 de diciembre de 2018 en Copa del Rey ante el Sant Andreu, Pero después de eso volvió a bajar el ritmo y su calidad se mostró a cuentagotas, con asistencias mágicas pero contadas ante Girona y Alavés. 

Su proceso de adaptación, que en la Supercopa de Europa parecía superado a una velocidad de vértigo, se fue convirtiendo en su gran hándicap. Lemar llegaba del Mónaco acostumbrado a correr en campo rival y a mirar a la portería contraria con rotundidad en la liga francesa. Un interior izquierdo muy técnico y liviano (1,70) con clara vocación ofensiva. El campeón del mundo ha tenido que ir introduciendo en su juego un trabajo defensivo que en muchas ocasiones ha parecido desgastarle en exceso para hacer brotar su imaginación en tres cuartos de campo. El mejor ejemplo pudo verse en Turín contra la Juventus, donde jugó muy cerca de su área corriendo hacia atrás y perdiendo los pocos balones que tenía por intentar jugarlos en una zona de mucho peligro. 

El propio Lemar reconocía que "mi temporada no es excepcional", pero matizando que "estoy en un club nuevo, tengo que adaptarme. Se espera mucho de mí.Todos conocen los requisitos del Atlético. Defensivamente hay que ser muy directo, no rendirte. No diré que es difícil. Ofensivamente hay más libertad". El francés no quiere saber de una salida: "Sé lo que tengo que hacer. Todo eso de la transferencia, el precio de transferencia, no me ocupo de eso... Lo que sé es que el club me quería e hizo todo lo posible para que yo viniera. Depende de mí devolvérselo. Acabo de firmar por este club, ni siquiera pienso en salir por el momento". Un jugador que no se rinde y está mentalizado para triunfar en su segunda oportunidad en el club. De momento tiene un mes por delante para seguir demostrando que está preparado para ser una pieza clave en el Atlético.