Leschuk rescató un punto ante un Sporting indomable
Blanco Leschuk igualó el 0-1 de Djurdjevic. El árbitro mostró 12 tarjetas, dos de ellas rojas. El Sporting estrelló dos remates en la madera. Mariño evitó al final el 2-1 de Seleznov.
Málaga y Sporting se repartieron un punto para cada uno en un choque de tremenda intensidad, emoción y con 12 tarjetas mostradas por Pizarro Gómez, dos de ellas rojas para Pablo Pérez y Diego González. Blanco Leschuk, que no marcaba desde el 29 de octubre, equilibró el 0-1 anotado de penalti por Djurdjevic. El Sporting, que llevaba cuatro victorias seguidas, sigue sumando mientras que el Málaga sigue sufriendo en La Rosaleda donde solo ha ganado dos de sus últimos nueve partidos. El Sporting estrelló dos remates en la madera y Mariño evitó el 2-1 de Seleznov con una de las mejores paradas del campeonato.
El Málaga comenzó empujando y desperdició dos buenas oportunidades en menos de cinco minutos, una de Diego González y otra de Iván Alejo. Pero fueron los asturianos quienes se adelantaron en el marcador. Adrián, al intentar despejar un balón, cometió falta dentro del área sobre Álex Alegría. Penalti que Djurdjevic transforma en el 0-1. Octavo gol del delantero serbio. Al equipo de Muñiz se le torcían los planes. Obligado a volcarse sobre el portal gijonés, no encontraba, el Sporting buscaba su ocasión para sentenciar. A los 33’ el colegiado no observa como penalti una falta de Luis Hernández sobre el bullicioso Álex Alegría.
Los de Muñiz, para no variar, volvían a encomendarse al poderoso saque de banda de Luis Hernández. A los 41’ Ricca, tras una de estas acciones de estrategia echó fuera un balón a un metro de Mariño que, un minuto después, interceptó un centro chut nuevamente de Ricca con peligro de gol. El Málaga no rentabilizada su abrumadora superioridad en la posesión de balón porque le costaba un mundo generar oportunidades. Con razón es uno de los equipos menos realizadores de la categoría. De hecho se libró del 0-2 en una contra donde Munir tapó muy bien a Alegría que se había ido solo en busca de ganar el uno contra uno. Con este 0-1 se llegó al intermedio.
El Sporting salió sorprendentemente como un cohete. A los 49’ Peybernes estrelló un cañonazo en el larguero con Munir batido y tras un posible penalti de Luis Hernández sobre Babín. Muñiz reacciona y decide incrustar al tosco delantero ucraniano Seleznov en lugar de Erik Morán. A los 56’ Munir detiene un ajustado disparo de, quien si no, Alegría.
A los 66’ Pizarro Gómez expulsa a Pablo Pérez, solo cinco minutos después de haber sustituido a Djurdjevic porque entiende que da una patada por detrás a Javier Ontiveros. El Sporting se quedaba con diez jugadores. Cuatro minutos después también fue expulsado Diego González por una falta sobre Álex Alegría. Otra tarjeta que provocaba el inquieto delantero extremeño.
El Málaga se volcaba con más corazón que criterio. Insistía con los saques de banda de Luis Hernández y buscaba chispazos en Ontiveros e Iván Alejo. Y fue precisamente un saque de banda lo que trajo el 1-1 obra de Leschuk, que la empotró con el alma para romper una sequía que duraba nada menos que cinco meses. Su séptimo gol.
A los 89’ Lod estrelló una falta en el poste izquierdo de Munir y en la jugada siguiente tremendo paradón de Mariño a Seleznov. Un final de locura y un punto para cada uno que a estas alturas sabe a poco.