El club se queja de la falta de unanimidad en los criterios del VAR
En el Real Valladolid hay preocupación e incomprensión ante las diferentes soluciones del VAR ante acciones similares. De momento, cuando entró fue en contra de los intereses pucelanos.
El malestar con el VAR en el Real Valladolid es evidente. No hay suerte con la nueva tecnología. Desde el vestuario hasta la presidencia no se entiende que las jugadas que perjudican a los blanquivioletas se analicen en el vídeoarbitraje y las que pueden beneficiar, no. No se habla ni de persecución, ni de mala fe, pero sí de falta unanimidad en el criterio. El enfado mostrado tras el encuentro ante el Atlético no es sólo por la posible mano de Arias, dentro del área. Entienden que es muy difícil verla, les molesta que Undiano no fuera a revisarla, cuando después, por la noche, hubo una mano parecida en el Eibar-Valencia y entonces sí se revisó y se pitó penalti a favor del conjunto armero.
De esta manera, el posible penalti ante el Atlético es una gota que se suma a un vaso de la paciencia a punto de rebosar. Se empieza a dudar de todo. Empezando por la línea trazada para anular el gol del Keko ante el Barcelona o la analizada para anular el tanto de Nacho al Villarreal. Se preguntan por qué no se analizó el posible penalti a Keko en el encuentro ante el Alavés o a Leo Suárez, ante el Betis, o cómo el VAR da como legal el gol de Maxi Gómez en Balaídos cuando claramente se ayuda con la mano y por qué no se revisa el penalti sobre Olivas en ese mismo encuentro. No sólo eso. Tampoco se entiende en el Real Valladolid que el colegiado en Sevilla no analizara si Toni estaba en zona de influencia del portero en el tanto de Unal y, sin embargo, no se investigara la posición de Griezmann o Saúl antes del tercer gol atlético, en un cupo al que se une, por supuesto, el posible penalti de Arias.