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ESPANYOL-BARCELONA

El derbi, tras diez años del conflicto de las bengalas

25 derbis después de aquel de 2009, los clubes siguen sin venderle entradas a las aficiones rivales. En aquel encuentro también empezaron las hostilidades con Piqué.

Actualizado a
Derbi de las bengalas.
RODOLFO MOLINA

Han transcurrido ya diez años y 25 derbis (contando los jugados en LaLiga y en la Copa del Rey) desde que los Espanyol-Barcelona no cuentan con la afición rival en el estadio. Aquella medida que parecía temporal se ha prolongado una década y no tiene visos, por la voluntad de ambas entidades y por algunos conflictos que han sucedido en estos últimos cursos, de variar en un futuro próximo.

Aquel 27 de septiembre de 2008, el Barcelona se impuso por 1-2 en el último derbi en Montjuïc con un tanto de penalti en el añadido. Durante el encuentro, el partido tuvo que detenerse nueve minutos por el lanzamiento de bengalas de los Boixos Nois (situados en la parte alta del estadio) a los aficionados del Espanyol que estaban disfrutando del encuentro. Las familias que se encontraban en esa zona del estadio pudieron sufrir daños mayores. Algunos jugadores, como Gerard Piqué, decidieron celebrar el último tanto y dedicarle la victoria señalando a los Boixos. Un hecho que enardeció a la afición blanquiazul, quien empezó las hostilidades con el jugador del Barcelona.

Cinco de los autores del lanzamiento de bengalas pasaron a disposición judicial y tres fueron condenados a tres años de cárcel. Después de aquel encuentro se agravó la tensión entre Dani Sánchez Llibre y Joan Laporta, quienes no tenían ya una buena relación. El presidente azulgrana le recriminó al perico que hubieran dejado entrar a esos aficionados a quienes él les había prohibido el acceso al Camp Nou. Un hecho que agravó los conflictos institucionales que ahora han menguado aunque la medida se haya mantenido. Con la llegada del Espanyol a Cornellà-El Prat, Joan Laporta se refirió al derbi como “metropolitano”, lo que despertó la agria reacción de Sánchez Llibre: “Me importa un pepino lo que diga este señor. Un derbi es un derbi”, dijo en su momento. 

En el derbi de 2010, las peñas del club azulgrana le pidieron a Sandro Rosell, presidente ya por aquel entonces, que no acudiera al palco de Cornellà-El Prat teniendo en cuenta de que no podían acudir aficionados. Pero sí fue Rosell. En estas temporadas se han sucedido algunos capítulos, dentro y fuera de los estadios, aunque no se distribuyan entradas para la afición rival.