LEGANÉS
Pellegrino ya tiene sistema: los tres centrales equilibran al Lega
Las primeras jornadas fueron de experimentación constante. Desde que ha instaurado esta defensa, ha reducido notablemente los goles en contra. "Ahora jugamos con equilibrio".
Mauricio Pellegrino, entrenador del Leganés, parece, por fin, haber encontrado un sistema con el que refugiar a su equipo y garantizar una mejoría global. Tanto en resultados, como en imagen. Después de mucho agitar la pizarra, la defensa de tres centrales es el método en el que ha insistido para hacer mutar a los suyos en una escuadra mucho más seria, previsible y fiable.
"Es una manera que manejamos para que los de arriba estén más libres arriba", argumentaba el viernes el Flaco para explicar el porqué de la mejoría madrileña tras ampararse en la defensa de tres centrales. "Nuestros laterales tienen vocación ofensiva. Todos tienen recorrido e inteligencia para jugar en ataque", continuó. "Hemos tenido altibajos. Ahora estamos en un equilibrio entre lo alegre del principio [de temporada] y lo demasiado defensivo de después. Ahora nos sentimos confiados", argumentó el argentino
Sirva como ejemplo para explicar sus palabras que, tras el triunfo (1-0) frente al Alavés, el equipo acumula ya dos partidos consecutivos sin encajar gol después del 0-0 de Girona, algo que los pepineros no lograban desde inicios de 2018, cuando vencieron a la Real Sociedad (1-0) tras empatar sin goles en el Ciutat de Valencia contra el Levante (0-0).
Menos goles, más puntos
Eso, no encajar, es la clave que señalan en el interior del vestuario para explicar por qué este Leganés ha remontado el vuelo hasta abandonar los puestos de descenso. Una posición que ocupaba desde la tercera jornada y que jamás había pisado en sus dos primeras temporadas en la élite.
El método se estrenó contra el Barça en el primer triunfo del Lega este curso (2-1). Antes de aquella sexta jornada, el Leganés había perdido cuatro partidos y empatado sólo uno, con ocho goles encajados (dos partido) y apenas cuatro a favor.
Desde entonces, la inercia ha sido claramente ascendente. Desde el cambio de dibujo, los pepineros han encajado seis goles (0,75 por partido) en ocho partidos. La puntería no es que se haya enderezado demasiado (sólo seis goles), pero al ver reducido el casillero rival, esos tantos a favor del Lega tienen más premio que los que anotaba antes.
Trío fijo en la defensa
El núcleo de la zaga también ha encontrado estabilidad en el trío Tarín, Omeruo, Siovas. Desde que se lesionó Bustinza contra el Rayo Vallecano (6 de octubre), los tres lo han jugado todo de inicio. Su rendimiento ha sido positivo con mención individual para cada uno de sus miembros.
Para Tarín, porque en su debut en la élite está jugando como un veterano forjado en mil batallas. Para Omeruo, porque pese a haber llegado en los últimos días de mercado, su adaptación al puesto de libero (donde habitualmente no jugaba) está siendo magnífica. Y para Siovas, porque el griego sigue manteniendo un nivel elevadísimo de juego que lo convierten en el líder de la retaguardia madrileña.
