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CHELSEA 2-UNITED 2

Mourinho intentó agredir al entrenador asistente del Chelsea

Marco Ianni, técnico asistente de Maurizio Sarri en el Chelsea, celebró de forma efusiva el agónico tanto del empate de Barkley enfrente de Mourinho, que entró en cólera.

Mourinho intentó agredir al entrenador asistente del Chelsea
Catherine IvillGetty Images

Ross Barkley truncó la venganza personal de José Mourinho en Stamford Bridge, que protagonizó, junto al técnico asistente del Chelsea, el episodio escabroso del partido. El agónico tanto del centrocampista inglés en el 96', que evitó la victoria del Manchester United, fue celebrado de forma efusiva y poco elegante por Marco Ianni, que saltó de su propio banquillo en dirección al rival con el puño en alto, buscando a José Mourinho con la mirada y dedicándole la celebración del gol.

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Catherine IvillGetty Images

Lo que desató la peor versión del técnico 'red devil', que reaccionó 'ipso facto' saltando como un resorte en busca del asistente de Maurizio Sarri, liberando su bestia interna. El partido aconteció tranquilo hasta una entrada de Mata a su compatriota Azpilicueta, incluso a pesar de escucharse cánticos en contra de Mourinho (que te j*****, Mourinho) por parte de los aficionados asistentes a Stamford Bridge, el portugués se mantuvo impasivo. Solo una vez finalizado el encuentro, y cuando la afición repetía el citado cántico, Mourinho contestó mostrando tres dedos; los mismo títulos de Liga que ganó siendo entrenador del Chelsea.

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FACUNDO ARRIZABALAGAEFE

Pero la antideportiva celebración del 'staff' técnico 'blue' cambió un guión que pudo haber acabado en agresión por parte del técnico de Setúbal de no ser por la rápida intervención de los miembros de seguridad del estadio y de Sergio Romero y Eric Bailly, que se encontraban en el banquillo. La rencilla también se trasladó al campo, donde los jugadores del Manchester United recriminaron la excesiva celebración del gol de Barkley a los jugadores del Chelsea, aunque afortunadamente no llegó a mayores. Con el pitido final, Sarri y Mourinho mantuvieron una distendida charla y se dieron amistosamente la mano, dando por cerrado el episodio.