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SPORTING

Rubén Baraja capta señales de "seguridad y apoyo" desde el club

"Trabajamos para hacer felices a nuestra afición y en este momento nuestra afición no está feliz; tenemos que asumirlo y trabajar más para mejorar”, afirma el técnico.

Gijón
Baraja, en un partido con el Sporting.
DANI SANCHEZDIARIO AS

Rubén Baraja vive su peor momento desde que llegó a Gijón hace casi un año, aunque aseguraba tras el empate ante el Reus haberlos vivido peores. El entrenador del Sporting no se siente amenazado su cargo por una posible destitución porque "las señales que he sentido del club es de seguridad y de apoyo a los profesionales", afirmó en la rueda de prensa previa al partido de Copa del Rey que mañana le enfrentará al Rayo Majadahonda.

El Sporting regresa al Wanda Metropolitano donde dejó una pobre imagen hace semana y media, que acabó por encrespar los ánimos de la afición que el pasado sábado llegó a pedir su dimisión. "El público es soberano en sus opiniones y puede expresarse como quiera. Pero los aficionados deben saber y me gustaría transmitirles que los más fastidiados y los que más infelices nos vamos a casa somos nosotros y los jugadores. Trabajamos para que los aficionados sean felices. Y está claro que, cuando el equipo no gana, los sportinguistas no están felices", expuso Baraja.

Y añadió: "Mi motivación ahora pasa por cambiar esa opinión de los sportinguistas; pero en este momento hay que mantener la tranquilidad y la serenidad. Hay que focalizar todo en el trabajo; trabajar más si cabe todavía para tratar de solucionar los problemas que estamos teniendo".

Una plantilla nueva

El técnico sportinguista se ve respaldado por la entidad rojiblanca. "Entiendo que la gente que manda en el club conoce la categoría, conoce las dificultades de la categoría, la igualdad de la categoría y luego no hay que obviar que prácticamente la plantilla es nueva, que hay 17 ó 18 jugadores nuevos, alguno de ellos que están conociendo esta liga, incluso hay jugadores adaptándose al país", explicó Baraja. "Esto no es una excusa pero tiene su importancia", sentenció.

Baraja considera importante "mantener la unidad y entre todos salir reforzados para mejorar", indicó refiriéndose a sus jugadores a quienes agradece el apoyo a su trabajo expresado por varios de los miembros de la plantilla. "Ellos son los primeros que no están felices con la situación que estamos viviendo", aseguró. El entrenador apuntó también que, "desde que terminó el partido ante el Reus, estamos deseando que llegue el siguiente reto, para tratar de mejorar y crecer como equipo".

El entrenador del Sporting siente que "tenemos que mejorar, pero confío absolutamente en mi trabajo y tengo absoluta seguridad en lo que hacemos, en lo que estamos buscando. Pensamos que somos capaces de mejorar y sobre todo de revertir la situación".

Baraja es consciente del momento que vive. "Todo forma parte de la exigencia y de lo que significa estar en un club tan grande como éste. Nosotros tenemos que tratar de gestionar esa exigencia en positivo para que salgamos reforzados hacia delante”, dijo.

Y subrayó más aún: "Las expectativas son muy altas con la actual plantilla y las asumimos. Entendemos que el Sporting de Gijón tiene que estar arriba y en este momento no estamos cumpliendo esas expectativas porque el equipo no está en la situación en que todos creemos que debía estar, pero estamos en un momento en que es una dinámica y las dinámicas se cambian consiguiendo buenos resultados. Para eso estamos trabajando".

E insistió, una vez más, en la felicidad que no tiene hoy el sportinguismo. "Nosotros, al final, trabajamos para hacer felices a nuestra afición y en este momento nuestra afición no está feliz; tenemos que asumirlo y tenemos que trabajar más para mejorar, para hacer feliz a nuestra afición".