Dos goles suyos (25’ y 67’) después de sendas asistencias de Kondogbia dejan sentenciada la clasificación del Valencia para Champions. El Sevilla queda a once puntos.
La sociedad Kondogbia-Rodrigo dio el golpe en Nervión. El Valencia ganó 0-2 con dos goles del hispanobrasileño que lo lanzan al Mundial y abrió una brecha definitiva de once puntos con el Sevilla a diez jornadas del final que deja sellada su clasificación para la Champions. Es un salto cualitativo para una entidad cuyas paredes se desmoronaban sólo hace unos meses y a la que los aterrizajes de Mateu Alemany en los despachos y Marcelino en los banquillos le ha permitido rearmarse y regresar donde solía después de dos años clasificado en el puesto 12 en medio del espanto general. El Sevilla, que estuvo animoso y colaboró con el espectáculo con una primera parte divertida, deberá conformarse ahora con cerrar su clasificación para la Europa League como objetivo de mínimos y buscar la gloria en los torneos del KO. El martes tiene un partido histórico en Old Trafford y el 21 de abril, otro en el Wanda contra el Barça.
El Sevilla expuso en la primera parte. Le iba más y lo necesitaba más. Por eso aceleró el juego y por eso lo pausó el Valencia, que sólo le metía velocidad en los contragolpes, área del juego en la que se ha especializado. Kondogbia, jugador con jerarquía por quien el Valencia está a punto de pagar los 25 millones de euros en los que el Inter le fijó la opción de compra, mandó un balón kilómetrico a la espalda de Escudero. Rodrigo, haciendo oposiciones para ser el cuarto delantero de la Selección en el Mundial, se cruzó en diagonal y definió con categoría ante Sergio Rico. El 0-1 fue letal para el Sevilla, que pese a las constantes pérdidas de Banega, que tomó más riesgos de los habituales en el pase, se movió el ritmo del Mudo. Neto hizo una buena parada a disparo de Nolito (21’) y otra gigante a remate de Sarabia. Muriel, potentísimo, se estrelló con el larguero y la primera parte se agotó entre protestas a de Burgos Bengoetxea con consecuencias: tarjetas a Escudero, Mercado y Muriel en los últimos diez minutos de la primera parte.
Aprovechando el viento racheado y a favor, el Sevilla salió al mismo paso en la segunda parte. Mudo remató fuera con la izquierda y Banega y Lenglet volvieron a encontrarse con un fantástico Neto. El Valencia supo pronto que debía resistir el último arreón de un rival que, de manera inconsciente, estaba gastando cuerpo y alma con vistas a Old Trafford y que se fue cayendo con el paso de los minutos y abriendo grietas en defensa. Un colosal Kondogbia (luego lesionado) inició entonces la jugada del 0-2. Rodrigo volvió a definir con la misma sangre fría y corrió a celebrarlo consciente de que era mucho más que un gol. El plan de Marcelino, que sorprendió por ejemplo con la alineación de Gabriel en el lateral, salió triunfador. El Valencia fue fiel al estilo que ha mantenido durante el año. Apoyado en un gran Neto, que le salvó en los malos momentos, fue serio, pragmático y letal al contragolpe. Las señas de identidad de un equipo Champions.