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CAFÉ, COPA Y FÚTBOL | VICTORINO MARTÍN

“El toro de Victorino estaría en el Atleti porque es bravo, duro y juega hasta el límite”

Mantiene con acierto y autoridad el legado de una ganadería que su padre convirtió en legendaria, y denuncia con firmeza la persecución que sufre la fiesta. Madridista confeso, Victorino Martín apuesta frente a la bbC por las figuras autóctonas como Ramos e Isco.

El ganadero Victorino Martín.
El ganadero Victorino Martín. Jesús RubioDIARIO AS
AStv

¿Del Atleti como José Tomás o madridista como Talavante?

Bueno, yo soy merengón, del Real Madrid de toda la vida. Pero es cierto que en mi caso, mi segundo equipo es el Atlético porque conozco mucho a Miguel Ángel Gil, fuimos compañeros estudiando veterinaria.

¿Y cómo ve al Madrid?

Está siendo un año difícil, muy complicado. No se entiende bien cómo es posible que en verano pasáramos por encima de equipos como el Barcelona en la Supercopa y ahora tenga tantas dificultades para ganar.

¿Considera a Zidane un buen entrenador?

Sí, a mí Zidane me gustaba mucho como jugador y creo que como entrenador es perfectamente válido y me remito a los títulos conseguidos.

¿Es Victorino muy de la bbC?

No. Soy más de Isco, me decanto por lo autóctono. Aunque si me pregunta por un futbolista le hablaré de Sergio Ramos, jugador de raza.

José Tomás podría ser el Cristiano Ronaldo de los toros. ¿Victorino sería el Florentino Pérez?

No para nada, no creo que tenga nada que ver.

¿Mandan mucho los ganaderos? ¿Influyen en los carteles?

Mandamos en lo nuestro y lo justo. Tenemos influencia para criar toros pero ni ponemos ni quitamos carteles.

Su padre, Victorino, decía que “en el campo los únicos que ganan dinero son los futbolistas”.

Y que razón tenía. El campo es muy sacrificado. Nosotros, gracias al esfuerzo y al tesón de mi padre, hemos conseguido tener un nombre y un prestigio, pero es muy difícil vivir de los toros. Por lo general cualquier criador de toros bravos tiene también otras fuentes de ingreso y compensa unas cosas con otras. Ser criador de toro de lidia no es negocio, aunque se puede utilizar para otras cosas como promocionarse o conocer gente. El toro en el campo es tremendo. En los últimos años han muerto más ganaderos y mayorales que toreros.

La figura de su padre fue clave.

Hay un antes y un después de Victorino Martín y está mal que yo lo diga pero es verdad. No se plegó ante nada ni ante nadie. Hubo un tiempo, al principio, que no se lo tomaban en serio. Pero luego llegaba a las plazas con sus “cárdenos” y ponía las cosas en su sitio.

¿Cómo anda ‘Cobradiezmos’, el toro indultado hace dos años? ¿Tiene ya descendencia?

Se ha portado en el campo tan bravo con las vacas como en la plaza con la muleta y los caballos. Sí, ha cumplido y ha tenido descendencia. En poco tiempo vamos a saber si han heredado la bravura del padre.

¿En qué equipo de fútbol militarían los toros de Victorino?

El toro de Victorino estaría en el Atlético porque es bravo, duro, juega hasta el límite y es un toro al que hay que hacerle todo perfecto. Es menos artista. El Atleti es peleón, lo que consigue es por bravura y por lucha. Eso sí, cuando un Victorino embiste con clase entonces ni Isco. Al Victorino bueno lo podría fichar el Madrid perfectamente.

Antes de su vocación como ganadero fue futbolista.

Probé. Soy de una época en la que en los recreos solo se jugaba al fútbol. Jugábamos en la lonja de El Escorial, que es piedra de granito y recuerdo que un invierno rompí siete pares de botas. Mi madre estaba desesperada. Jugaba de lateral derecho, muy peleón y malo. Mis ídolos fueron Amancio y Velázquez.

¿Su padre le llevaba al fútbol?

No. Él tenía muy buena relación con Santiago Bernabéu y recuerdo un día que le dijo: “Tráeme al chico que quiero conocerle”. Y mi padre no me llevó nunca por si acaso me picaba demasiado el gusanillo.

Entonces en el Madrid había mucha gente aficionada a los toros.

Fíjese que Di Stéfano y Pachín, con el mozo de espadas de Andrés Vázquez, tenían una tertulia todas las semanas. Bernabéu era muy aficionado y creo que llegó incluso a torear en algún festival. No era nada raro que futbolistas de entonces se pusieran delante de algún animal. Hoy los que lo hacen, lo hacen a escondidas.

Y alguno parece que tiene maneras.

Dicen por ahí que Sergio Ramos lo hace muy bien, y el que parece que es un crack es Joaquín.

De la época de Galapagar le viene su relación con José Tomás

Fui su primer apoderado. Lo descubrí en mi casa. Apareció por ahí a tentar como aficionado y le vi unas condiciones tales que llamé al padre y le dije que me gustaría ayudarle. Y así empezó todo.

¿Qué vio en José Tomás?

Lo primero que hay que tener para ser gente en el toro es valor y yo vi que a José Tomás le sobraba. También era muy inteligente y hacía las cosas con mucho sentido. Pero sobre todo el valor. Recuerdo un día muy jovencito que le cogió una vaca y le partió una ceja y ya sabes que eso es una herida muy escandalosa porque empiezas a sangrar mucho. Pues él se levantó, y aunque chorreaba sangre, siguió toreando y ni se miró. No se fue para la banda ni se metió al vestuario. Cuando terminó la faena fui yo el que le dijo que se fuera a darse unos puntos. Me impresionó aquello.

Cuando se habla de valor, de coraje, ¿hay diferencias con el fútbol?

Es una ética. Lo que menos me gusta del fútbol es que todos van a engañar al árbitro. En el toro, uno con un cornalón lo que hace es tragarse el dolor, mata al toro y se va a la enfermería. En el mundo del toro aún existe ese valor de la ética.

También se dice que algunos matadores no es que engañen al árbitro, pero sí con sus maneras y su técnica pueden engañar al público.

Pueden tener ventajas técnicas, cómo no. Pero no son engaños, son recursos, lo que llaman también en el fútbol oficio, que es ganar los partidos sin emplearse mucho. Eso sí puede ocurrir. Pero al final el toro es un animal de quinientos kilos y con dos puñales y por desgracia ya hemos visto lo que hacen.

¿Las figuras rehúyen los Victorinos?

Considero que son poco generosos las figuras del toreo, porque en los últimos años han matado las mismas ganaderías y han toreado con los mismos compañeros y eso no beneficia al espectáculo. Una de las grandezas del fútbol es que todos juegan contra todos y por sorteo. En el toro se da la circunstancia de que a veces uno gana la Champions y sólo ha jugado contra el Leganés, por decirlo de alguna manera. Eso tendría que cambiar.

Es un momento en el que José Tomás podría dar un paso adelante.

Con lo que Tomás representa para el mundo del toro se tendría que haber prodigado más en estos años difíciles. Es una pena que haya toreado tan poco. Pero bueno, no es el único. Hay otros que torean muchas corridas pero no matan más que determinadas ganaderías. El torero es muy egoísta, pero también es entendible porque juegan muy al límite. Muchas veces su vida depende de una racha de aire. A Fandiño le coge el toro porque le mueve el capote el viento. Se vuelven conservadores. Pero es una pena porque el toreo toda la vida ha sido grandeza. Y apostar en grande es lo que en los últimos años les ha faltado a todos.

¿Cuál ha sido la filosofía para criar ese toro de lidia?

En mi casa siempre se ha tenido la filosofía de que el protagonista principal de la fiesta es el toro. Mi padre decía que “cuando hay un toro bravo en la plaza, hasta un hombre corriendo delante ya tiene mérito”. El toro tiene que transmitir sensación de peligro, de emoción.

Pero hoy en día hasta se habla del toro artista.

Creo que la fiesta ha perdido un poco de emoción, pero no de autenticidad. Lo digo porque hay veces que el toro no transmite esa emoción, pero sin embargo tiene un peligro sordo tremendo. Fíjese si sigue siendo auténtico que en dos años han muerto dos toreros y no hablemos de los que han quedado incapacitados. Ahora se está criando al toro más grande de la historia. Es un toro que se entrena, lo que no pasó nunca.

Como presidente de la Fundación de Toros de lidia, ¿qué le ha parecido la decisión de Manuela Carmena de cerrar El Batán?

Me ha parecido incomprensible. Creo que forma parte de una persecución que está haciendo mucho daño al mundo de los toros. El Batán era ya una institución en Madrid, donde muchos chicos prácticamente se han criado y han aprendido un oficio. No se entiende esta obsesión por cerrar, por aniquilar todo lo que esté relacionado con los toros. Nos sentimos perseguidos.

¿Y qué explicación le da?

No lo entiendo me parece una transgresión total. No ha habido nada más de izquierdas que los toros, donde un hombre que viene de lo más bajo del pueblo llega a codearse con reyes. Antes el mundo de la cultura defendía las raíces, las señas de identidad que en España siempre han estado muy ligadas a los valores de la tauromaquia. Hoy ocurre todo lo contrario. Y se ve a los toros como algo políticamente incorrecto.

¿Al mundo de los toros le ha faltado modernizarse?

La gente del mundo del fútbol han sido unos genios. Han conseguido vender su espectáculo de manera impecable. Porque es verdad que hay partidos de fútbol insoportables y, sin embargo, da igual. A nosotros nos ha fallado la comunicación. Pero también hay cosas que nos han perjudicado: la globalización está exterminando las culturas autóctonas y el toro no es ajeno a eso.

¿Por qué decide usted abandonar su carrera de torero?

No podía ser un torero más, no me lo permitían mis apellidos. No todo el mundo tiene las cualidades para serlo y al menos tuve la virtud de darme cuenta pronto.

¿Con qué enseñanza se queda de su padre?

Que la libertad y el trabajo son los dos grandes patrimonios que el hombre tiene y que en la vida hay que ir muy derecho. La integridad, pelear por lo que uno tiene y no tener complejos es importantísimo. Y de eso los españoles tenemos mucho que aprender, pues hemos sido históricamente muy poco defensores de lo nuestro.

Preside la Fundación del Toro de Lidia

Victorino Martín (Madrid, 1961). Veterinario, fue novillero y el primer apoderado del torero José Tomás. Empresario, dueño de las ganaderías Victorino Martín y Monteviejo, es conferenciante, escritor y el actual presidente de la Fundación del Toro de Lidia.