A seis puntos de igualar la pasada primera vuelta
Para ello, el Espanyol debe ganar lo que le queda: Málaga y Athletic. Las diferencias entre el curso pasado y el otro son menos empates y la de goles.
Después de tocar fondo ante el Girona, con una grada que explotó en contra del inmovilismo de su entrenador (“Quique, vete ya”), el Espanyol ha sumado cuatro de los seis últimos puntos y está a disposición de repetir la misma primera vuelta de la temporada anterior. Una utopía hace tres semanas. Una realidad si logra ganar los siguientes dos encuentros: contra el Málaga, que ocupa zona de descenso, y ante el Athletic Club, uno de los rivales directos por esa séptima plaza que anhela la entidad blanquiazul. Los pericos sumarían 26 de los 57 puntos que hay en juego, una media que les haría superar, por segunda campaña seguida, los 50 y, teóricamente, volver a terminar en el top ten de LaLiga. Su cuota mínima.
El Espanyol cayó en barrena al sumar solamente una victoria (1-0 ante el Getafe en un flojo encuentro) desde la jornada 11 a la 15, cayendo en los campos de Alavés y Eibar, ante el amenazante Girona y dejando buenas sensaciones en la derrota ante un Valencia en rotaciones. Un enquistamiento de resultados y también de recursos, pues los pericos apenas lograron marcar dos goles en 450 minutos, uno de ellos en propia puerta (Sergi Enrich en Ipurua). Una situación que preocupó al club y a la dirección deportiva. Quique decidió ser más flexible. La victoria ante el Atlético y los 70 minutos ante Las Palmas reforzaron la idea de que otro Espanyol era posible, agitando el técnico el sistema y probando nuevos jugadores: el equipo no perdió solvencia defensiva (pese al pánico en los últimos diez minutos del Insular), ganó juego con David López y Granero en mediocampo y halló otras soluciones con Sergio García en ataque. Como resultado, sumar cuatro puntos que hacen ver el futuro con mayor luz.
Un camino tortuoso por esta segunda campaña de proyecto, que espera la hinchada y el club que ya se haya enderezado. Con respecto al curso pasado, hay dos diferencias claras entre un Espanyol y otro. La primera, la facilidad que tenía el primer equipo de Quique para empatar partidos que podía perder. De hecho, a estas alturas de campeonato acumulaban ocho, por solo cinco esta campaña. El segundo, la conocida falta de gol. Los pericos han marcado siete goles menos este curso (14) que el anterior (21) en la jornada 17. Principalmente, los dos retrocesos se producen en el aporte de Pablo Piatti, que solo lleva un tanto, y en el balón parado, que no ha dado aún réditos. Mejoras que deben acompañar al aire fresco del equipo.
