Dani García se convertirá en el segundo fichaje del Athletic en junio, una noticia que avanzó AS ayer y de la que se han hecho eco numerosos medios vascos. Llega desde Eibar junto con Capa. Ibaigane lleva mucho tiempo 'disparando' a jugadores de perfil alto sin éxito y ahora ha tratado de ajustar más el tiro con futbolistas que no llegan al nombre de los Azpilicueta, Monreal u Oyarzabal, pero que pueden aportar cosas interesantes. Dani García, por ejemplo, asegurará más competencia en una posición muy golpeada por las lesiones esta temporada.
Dani es un 'loco' del fútbol. El centrocampista de Zumarraga está pendiente de su profesión las 24 horas del día. Es futbolista y entrenador. El capitán del Eibar ejerce cuando puede de segundo entrenador del Urola de División Honor Regional. Tiene los dos primeros títulos de entrenador y se va a sacar el tercero; también quiere el de director deportivo. El mediocentro guipuzcoano tiene carácter y eso vendrá bien en el Athletic. También buena colocación. Lo que mejor le define es la palabra compromiso, y con ella irá a muerta en Ipurua hasta el último día de su contrato, antes de ir a Bilbao.
El mediocentro de Zumarraga es todo carácter. En Eibar se dedica a corregir constantemente a sus compañeros y es la regularidad personificada. Su fuerte es la recuperación y tiene un índice del 23% de pases buenos. Suele moverse por el flanco zurdo de la parcela ancha y su físico privilegiado le permite llegar muy entero a los minutos decisivos. Es un jugador muy táctico, que sabe hacer las entradas precisas para cortar el juego rival, aunque por su ímpetu suele ver muchas tarjetas (este año lleva 19 faltas y seis amarillas). En el Athletic podría combinar en el doble pivote con Beñat o Iturraspe. Estos años en la élite, tras ayudar al Eibar a subir desde Segunda B y convertirse en un emblema azulgrana, ha mezclado con Escalante y Jordán en un doble pivote con mucho sudor y gran actividad en las bandas con gente como Keko, Pedro León, Inui y Adrián. Como decía Valverde, de vez en cuando hay que mover la coctelera y su fichaje añadirá una cara nueva, más competencia a una posición que se quedó sin Mikel Merino por una mala gestión.
