Bordalás se supera. Tres horas y cuarto de entrenamiento.
El Getafe regresó fuerte al trabajo con una sesión mitad física, mitad táctica. Sergio Mora y Ángel siguen al margen y son duda para el sábado.
A un día de descanso le sigue uno de duro trabajo. Los futbolistas del Getafe lo tienen asumido desde que conocen a José Bordalás, pero esta vez el técnico alicantino se ha superado y el miércoles premió a sus futbolistas con una sesión de tres horas y cuarto sobre el césped del Coliseum. Fue a puerta cerrada y castigando el polémico verde del estadio. No faltó absolutamente nada. Una primera y exigente parte física, una continuación táctica y un final con partido en el que volvió a participar el jugador del filial Merveil Ndockyt, un media punta de enorme calidad que está llamado a debutar pronto con el primer equipo.
El entrenamiento, aparte de su exagerada duración, dejó dos dudas. Ángel y Sergio Mora siguen entrenando al margen del grupo y a tres días del choque frente al Eibar son duda. El delantero y máximo goleador del equipo realizó carrera continua. Tiene una sobrecarga muscular y está convencido de llegar a tiempo para jugar contra los de Mendilibar. Más complicado lo tiene el centrocampista. Una sobrecarga en el sóleo producida en el partido de Copa ante el Alavés ya le apartó del encuentro ante el Valencia y aún sigue sin estar al cien por cien. Con la baja por sanción de Arambarri, la posición de medio centro queda debilitada, así que el madrileño está dispuesto a forzar lo que sea posible.
La otra incógnita de la semana es si Bordalás convocará para el partido del sábado a Gaku Shibasaki que está entrenando ya a un buen nivel. Si finalmente juega unos minutos frente a los eibarreses, se producirá el primer duelo entre dos japoneses en nuestra Liga. El posible encuentro entre Inui y Shibasaki ha levantado muchísima expectación en el país asiático.