Otro Espanyol es posible
El partido de Copa dejó de lado el equipo más vertical y dio paso a otro más asociativo. Un ‘plan B’ para Quique
El partido de Copa del jueves ante el Tenerife no solo ha servido para avanzar una ronda más en esta competición ilusionante. También ha mostrado una versión invisible del Espanyol hasta el momento. En sala de prensa, Quique Sánchez Flores contestó así a la pregunta sobre este juego más asociativo de su equipo. “Los equipos los hacen los jugadores. Cuando tienes a Granero, Jurado y Melendo tocas más. Pero si tienes a Piatti y Baptistao vas más para arriba. Es lógico. Un buen equipo es el que mezcla ambas cosas”, comentó. Aunque esa mezcla no se ha visto en el Espanyol, acostumbrado más a jugar al contragolpe o el juego directo.
Por primera vez en la temporada, Quique juntó a Melendo, Granero, Darder y Jurado en mediocampo, cuatro futbolistas con buena capacidad de asociación. No actuó ningún mediocentro defensivo ni ningún jugador de banda. Y el Espanyol vivió buenos y efectivos minutos. Los números no se tradujeron en la posesión, ya que el Espanyol tuvo más en la primera mitad (tuvo más el balón en los nueve tramos de cinco minutos) que en la segunda (solo ganó cuatro de ellos). Pero sí que encontró más espacios en sus ataques estáticos, es decir, fruto de su juego encontró opciones de remate: en la primera mitad lanzó ocho veces a la portería, pero solo una desde dentro del área; mientras que de los seis lanzamientos del segundo tiempo, cinco de ellos fueron dentro del área.
Una fisonomía, la perica, que no ha mutado desde la campaña pasada y que todos conocen en LaLiga, como explicó José Luis Mendilibar, técnico del Eibar, siguiente rival. “No es un equipo obsesionado con la posesión y el control del juego”. De ahí la importancia del otro Espanyol que se vio el jueves. Ese plan B con jugadores como Granero y Melendo, dos de los más destacados, quienes pueden empezar a pelear por un puesto dentro del equipo titular. Quique deberá decidir entre ambos planes.
