Mundial

Serbia jugó su último gran torneo en Sudáfrica, en 2010, durante el Mundial. Ahora regresa entre las mejores tras una brillantísima fase de grupos; primera clasificada por encima de selecciones que estuvieron en la última Eurocopa como República de Irlanda, Gales y Austria. A priori no era la favorita, pero su carácter competitivo fue patente y superó el escollo que hasta ahora parecía insalvable.

Y cuando todo parecía encarrilado para disfrutar de un nuevo Mundial y Serbia era una balsa de aceite, todo saltó por los aires. Para sorpresa general, el técnico que había conducido a los serbios en su clasificación, Slavoljub Muslin, y la federación rompían de “mutuo acuerdo” su vinculación. Mladen Krstajic, su ayudante hasta entonces, pasó a ocupar el puesto de seleccionador.

ALINEACIÓN DE SERBIA

Los pesos pesados como Matic, Kolarov, Ivanovic y Stojkovic forman la base del equipo junto a los dos futbolistas más talentosos del equipo, Milinkovic-Savic y los zurdos Kostic y Tadic. A esta Serbia se le han ido uniendo poco a poco algunos futbolistas que sorprendieron con su triunfo en el Mundial Sub-20 de 2015. No sólo es el caso de Gacinovic, también del fenomenal Milinkovic-Savic. Poco a poco van teniendo algo de peso en el conjunto nacional. No son los únicos.

Si los serbios por fin son capaces de superar los problemas internos, su papel en Rusia puede que sorprenda. A priori las apuestas no están con Serbia, pero la línea que separa un papel discreto de uno en el que sorprendan es muy fina. El gen competitivo de Serbia puede complicar a cualquier rival en el Mundial.

Cogió las riendas de forma interina y finalmente fue nombrado seleccionador en una decisión muy sorprendente, pues llegó después de que Serbia lograra clasificarse para un Mundial más de una década después. Hasta su nombramiento, ocupaba el puesto de ayudante de Slavoljub Muslin, el anterior seleccionador, del que aprendió mucho y al que ahora debe reemplazar. Krstajic jugó de central e hizo carrera en el fútbol alemán. Incluso fue miembro destacado de la selección de Serbia en el Mundial de 2006.

Junto a Vidic, Dragutinovic y Gavrancic firmó una excelente fase de clasificación para el Mundial de Alemania. Bajo su tutela Serbia ha jugado varios amistosos y se ha visto un equipo competitivo y capaz de plantar cara a cualquier rival. Será uno de los técnicos más jóvenes en el Mundial de Rusia y es una esperanza de futuro porque sabe manejar muy bien a los jugadores jóvenes, que cada vez son más de la selección serbia.

De los mejores mediocentros defensivos que ha dado últimamente el fútbol europeo, es un prodigio físico para ir al choque y en el juego aéreo, y además en la Premier ha ganado mucho en lo táctico con técnicos como Conte o Mourinho.

Para todos los entrenadores ha sido una pieza fundamental. Lo fue para Muslin en la fase de clasificación y lo será con Krstajic en el Mundial. Le costó ser reconocido tras ficharlo muy joven el Chelsea del Kosice eslovaco, lo que retrasó mucho su asentamiento en la selección. Luego ha sido clave.