Mundial

Quinta presencia mundialista para Dinamarca. Tras no estar en Brasil, regresa en Rusia con la moral alta tras doblegar con contundencia a la República de Irlanda en el playoff (1-5) con una espectacular hat-trick de Eriksen. Dinamarca sigue la senda de sus ‘vecinos’ islandeses y suecos y se une al reverdecer del fútbol escandinavo. La evolución de Dinamarca invita al optimismo, tras pasar una época de indefinición ausente de las fases finales de los grandes torneos.

Parte de la mejoría comenzó a constatarse con el buen papel de la Sub-21 en el Europeo de 2015 (cayó en semifinales), pero ha sido de camino a Rusia 2018 cuando ha empezado a recoger los primeros frutos. Dinamarca rindió a gran nivel en los momentos de la verdad, en la repesca en Dublín, y en casa ante el rival a batir del grupo, Polonia (4-0). Es verdad que se vio favorecida al caer en un grupo más que asequible con los mencionados polacos, Montenegro, Rumanía, Armenia y Kazakhstan.

ALINEACIÓN DE DINAMARCA

Parte del éxito que supone ir a Rusia recae en el veterano técnico noruego Age Hareide. Jugar el Mundial es una realidad, aunque quizá todo lo que sea ir más allá de octavos sería una verdadera sorpresa.

Eriksen, Schmeichel, Kjaer, Jorgensen o Pione Sisto no se pueden comparar con aquella gran generación campeona de Europa en 1992, pero son una buena base muy interesante para ir creciendo. Los aficionados daneses, ávidos de buenas noticias, ya han comenzado a ilusionarse con un buen papel en Rusia. Mimbres hay para soñar con otra gesta.

Dinamarca le dio la oportunidad tras brillar con el Malmö, al que hizo campeón de la liga sueca en 2014 y llevó hasta la fase de grupos de la Champions en la edición siguiente. El veterano y enérgico técnico ya estuvo a las órdenes de Noruega entre 2003 y 2008. Ha aportado la experiencia y el temple que los buenos jugadores daneses necesitaban. Apenas tres o cuatro sobrepasan la treintena. Con él como seleccionador, Dinamarca ha creído en sus oportunidades y ha mejorado en solidez defensiva.

No se cierra a un dibujo definido y ha probado con varios, gracias a la versatilidad de sus jugadores, aunque siempre puebla el centro del campo. Sus líneas rojas: esfuerzo físico e intensidad. Ya triunfó en las principales ligas escandinavas y aún le faltaba participar en un Mundial para confirmarse como uno de los mejores técnicos del norte de Europa. Lo podrá hacer con Dinamarca, a la que ha situado de nuevo entre las mejores del mundo.

Se consagró con un glorioso hat-trick en la vuelta de la repesca ante Irlanda. Su nivel cada vez está más cerca del de los mejores del mundo. Incidencia máxima en todas las acciones de peligro de Dinamarca, igual que en el Tottenham. Hareide se ha rendido a su calidad; le ha dado libertad y por fin galones.

Eriksen ha respondido a las mil maravillas. Importante ya en el Tottenham, no es descabellado decir que ha clasificado él solo a Dinamarca para ir a Rusia. Maneja varias facetas, tiene un gran golpeo y es un líder.