Mundial

Tres generaciones enteras jamás habían visto a Perú en el Mundial. La última vez que la Blanquirroja disputó uno fue en España 82. Una sequía que 36 años después llegará a su fin con la brillante clasificación de los de Gareca para Rusia. Un éxito mayúsculo cimentado en un final de Eliminatorias extraordinario.

Perú era octavo en la tabla a falta de muy pocas jornadas para finalizar la fase de clasificación de la CONMEBOL. Sin embargo, un sprint final excelente en el que el equipo sacó resultados brillantes como la victoria en Quito, el empate en la Bombonera o la igualada también ante Colombia les permitió colarse en la repesca ante Nueva Zelanda. En ella, pese a la ansiedad y la presión de las tres décadas sin jugar un Mundial, los peruanos respondieron incluso sin su estrella, Paolo Guerrero, sancionado para los dos partidos.

ALINEACIÓN DE PERÚ

Un emotivo regreso al fútbol de élite de una selección que enamoró en el Mundial del 78, por ejemplo, y que de la mano de Gareca dejó de ser el equipo más endeble de Sudamérica para convertirse en uno capaz de acceder por méritos propios a una cita mundialista. Gareca, principalmente, y un grupo de buenos futbolistas tienen la culpa. Perú vuelve a sonreír con su selección, una de las 32 mejores del mundo mucho tiempo después.

Los Téofilo Cubillas, César Cueto, Hugo Sotil, Julio César Uribe, Víctor Benites, Lolo Fernández, Héctor Chumpitaz, Julio Meléndez, Juan Joya o Perico León tienen hoy su relevo en este grupo talentoso de futbolistas que harán que Perú viva una verdadera fiesta, la fiesta del Mundial.

Artífice de una de las mayores gestas peruanas de siempre -regresar al Mundial 36 años después-, cogió a la selección en una época muy complicada y le devolvió la grandeza con un trabajo y una mentalidad ganadora encomiables. Su apuesta por el fútbol de talento fue notoria. Hizo importantes en el equipo a jugadores como Tapia, Carrillo o Flores, convirtió por fin en líder a Cueva, recuperó para la selección a Farfán y gestionó bien el asunto Guerrero, incluso después de que fuera sancionado por positivo.

Todo ello sin salirse nunca de un tono discreto y pausado. La persona necesaria para el fútbol peruano. Entendió lo que le pasaba al país y lo que necesitaba. También supo devolverle, como técnico, lo que le había quitado como futbolista, cuando defendiendo a su país, Argentina, dejó a los peruanos fuera de la cita de 1986. Ya había tenido éxitos recientes con Vélez, pero lo de Perú es sin duda su mayor gesta como entrenador.

Líder incuestionable del equipo, un gol suyo ante Colombia en la última fecha de Eliminatorias resultó clave para que el equipo jugará la repesca. No estuvo en ella por un positivo poco aclarado y la posterior sanción hizo que se temiera incluso con que no estuviera en Rusia.

Afortunadamente, el recurso del TAS le hizo llegar a tiempo. Ya curtido y experimentado tras sus pasos por Europa y Brasil, mantiene un buen nivel goleador y es una amenaza para todos los rivales que tiene enfrente. Con su país, además, añade carisma.