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SEVILLA

Sampaoli tomó nota de la mejor versión de Pizarro

El medio fue la sombra de Messi y firmó una gran actuación en el Camp Nou: fue el máximo recuperador del Sevilla, robó nueve balones.

Sampaoli tomó nota de la mejor versión de Pizarro
FERNANDO ZUERAS

Guido Pizarro sigue creciendo en sus actuaciones y en la noche del sábado en el Camp Nou cuajó su mejor partido de la temporada. Ante la mirada del seleccionador argentino Jorge Sampaoli, se convirtió en la sombra de Messi cortocircuitando el juego de la estrella culé. Fue el máximo recuperador del Sevilla, puesto que robó nueve balones y sólo le señalaron dos faltas. Y en ataque, además del gol que hizo soñar con arañar algún punto del feudo del Barcelona, siguió su línea de los últimos partidos de soltarse con pases más verticales e incluso incorporarse a zonas ofensivas.

Tras un inicio de temporada en la que se le veían tan buenas maneras tácticas como mal entendimiento con Nzonzi, su lesión en Liverpool lo tuvo fuera de las alineaciones de Berizzo durante cuatro partidos. Regresó, vivió la crisis de Moscú y Mestalla, pero Berizzo siguió contando con Pizarro en la vuelta de tuerca que le ha dado a sus sistema.

Desde entonces, el juego del Conde no ha hecho más que crecer. Ante el Spartak ya fue uno de los más destacados y en Barcelona mejoró incluso esa actuación. Además, el entendimiento con Nzonzi va aumentando con el paso de las jornadas y la prueba es que el juego del francés también ha mejorado y ha provocado la llamada de su Selección. Pizarro avisó a Sampaoli.

El balón parado vuelve a ser un arma efectiva

El juego a balón parado del Sevilla no había sido todo lo efectivo que debiera en el inicio de temporada pero en las últimas fechas ha ido enmendándose. Dos goles de remates tras saques de esquina en los últimos dos partidos han mejorado la estadística. Lenglet marcó al Spartak en Nervión y Pizarro hizo lo propio en Barcelona tras sendos saques de esquina de Banega. Antes, el Sevilla sólo había marcado en jugadas de estrategia en la primera jornada, en un córner que acabó en gol en propia puerta del Espanyol, y en Moscú, donde Kjaer hizo el gol sevillista tras un rebote. El balón parado le dio magníficos resultados tanto a Sampaoli como a Emery, y ahora la pizarra de Berizzo parece que ha comenzado a funcionar.