China lleva gastados 263,8 millones de euros en fichajes

Nunca antes China fue el foco de atención del mundo del fútbol como lo es ahora. La inyección de dinero fresco hacia los clubes por parte de varias de las compañías más importantes del país está haciendo posible el fichaje de estrellas de primer nivel para su liga doméstica. La llegada de Jackson a Guangzhou Evergrande a cambio de 42 millones es la última de un campeonato que literalmente ha roto el mercado.

No en vano, lleva gastados 263,8 millones hasta hoy, cuando aún queda un mes por delante para que arranque el torneo. “Es un boom sorprendente e inesperado. La cosa se ha desbordado. No es que haya habido fichajes puntuales, es que cualquier equipo, incluso los recién ascendidos, están haciendo grandes desembolsos”, explica Gregorio Manzano, el técnico español que desde esta temporada dirige allí al Shanghai Shenhua.

Además de Jackson, recientemente han aterrizado en diferentes clubes de China jugadores internacionales como Ramires (Jiangsu por 28 millones), Guarín (Shanghai Shenhua por 12), Gil (Shandong por 10) o Mbia (Hebei por 6). Se unen a otros que ya fueron fichados en el mercado anterior por cantidades igualmente millonarias, caso de Paulinho (Guangzhou por 14), Demba Ba (Shanghai Shenhua por 13) o Asamoah Gyan (Shanhai SIPG por 9).

Son cifras que hasta ahora únicamente podían afrontar los grandes clubes de Europa o quizá los de la Premier. Pero tal es el cambio de escenario que ha provocado la entrada de la Superliga china que por primera vez en un lustro la liga inglesa no es la que más gasta en un mercado (236 millones), sino su nuevo y flamante competidor de China.

Causas. El origen de esta revolución tiene varios posibles puntos de partida. Por un lado, el empeño del nuevo presidente de la nación porque el fútbol se practique más en China y entre los chinos. Xi Jinping, gran amante de este deporte, ha impulsado el fútbol como asignatura obligatoria en los colegios, de tal forma que el deporte, al contrario de lo que ha ocurrido siempre en el país, se conciba como algo más colectivo que individual.

Por otra parte, ante la inminente explosión de dos burbujas económicas que en los últimos años han crecido al máximo en China como la bursátil y la inmobiliaria, las grandes empresas han decidido invertir su dinero en el fútbol. Eso les está permitiendo mirar a mercados hasta ahora impensables como el europeo para fichar extranjeros, pese a la restricción que existe en la liga de que cada club tenga un máximo de cuatro y otro más asiático por plantilla.

Hace unos días, además, el superagente Jorge Mendes —el de Jackson, entre otros— firmó un acuerdo para crear un programa que expanda el fútbol en China mediante la búsqueda de talentos y la creación de academias.

Todo ello convierte la próxima temporada (arranca el 4 de marzo) en la más mediática de la historia en China. Lo confirma Manzano: “Una cadena china ha pagado 1.500 millones por los derechos de televisión de los próximos cinco años. Estamos tan sólo al principio”. Principio espectacular, sin duda. Y multimillonario.