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La intrahistoria

Neymar y el gafe de los cracks del Barça en el estreno de Bilbao

Desde Maradona hasta Luis Figo, pasando por Ronaldo, Rivaldo y Samuel Eto’o, ninguno de los cracks pudo saldar su estreno en la vieja Catedral con una victoria azulgrana.

Neymar comprobará como se las gasta San Mamés.
Rodolfo Molina

Un siglo después, San Mamés se ha mudado unos metros más allá, más cerca de la Ría bilbaína, pero el embrujo persiste. Es cierto que el Athletic lleva siete partidos sin ganar en su guarida al Barcelona. Y que el último triunfo bilbaíno se remonta al 20 de mayo de 2006 en un intrascendente encuentro de la última jornada. Pero nadie olvida que hasta la llegada de Messi, todos los cracks culés de la era moderna han sufrido el azote de la afición bilbaína, quitando a Ronaldinho.

Desde Maradona hasta Figo, pasando por Ronaldo, Rivaldo y Eto’o, ninguno pudo saldar su estreno en la vieja Catedral con victoria. El Pelusa se presentó en marzo de 1983 y padeció un calvario para desplegar su fútbol en un terreno de juego que se atragantaba a los visitantes. No olvidemos que era la época de los últimnos títulos rojiblancos y sacar un triunfo de San Mamés era algo épico. El partido concluyó con 1-0. Años más tarde, en la campaña 1995-96, tras la disolución del Dream Team, Figo apareció con su aire juvenil por una banda de la Catedral y se conformó con un empate a cero. Luego llegó el turno de Ronaldo, por entonces no tan gordito, que salió con la cabeza gacha tras el 2-1, ante un Athletic dirigido por Luis Fernández en el que marcaron José Mari y Guerrero.

Ronaldinho pudo escapar a esta dinámica deprimente en el estreno de las últimas figuras azulgarana en la campaña 2003-04, merced a un gol de Cocu: 0-1. Curiosamente aquel Athletic estaba dirigido por Valverde. Txingurri pudo sacarse la espina en la temporada siguiente, con el estreno de Eto’o: 1-1. Romario no llegó a jugar en San Mamés. Cuando llegó Messi por primera vez todo cambió: 1-3 en la 2005-06. Desde entonces, el embrujo pareció remitir. Pero ahí está el reto de Neymar hoy: escapar al gafe del debut en San Mamés.