"Con jengibre y con el Cholo Simeone ganamos la final"

Su historia y la de la su frutería es de esas dignas de contar...

La frutería fue fundada por mis padres en 1943. Entonces, en este barrio de Salamanca había muchas fruterías, veinte o treinta. Ahora ya no queda prácticamente ninguna. Mi madre era frutera y mi padre carnicero y al principio se vendía aquí no sólo fruta, sino también huevos.

¿Cómo comenzó su relación con la Casa Real?

Todo comenzó un poco de manera casual, ya que un día vino a comprar la madre de la Reina, doña Federica de Grecia. Le gustó y empezó a venir y venir. Ahí se fraguó todo. Tenemos muy buena relación con Doña Pilar, la hermana del Rey. Es una persona encantadora. Venía, se sentaba y charlaba con todo el mundo.

Pregunta para picar un poco a los madridistas. ¿Es verdad que el Príncipe es del Atleti?

Yo creo que sí que es del Atleti. Conozco a don Felipe de cuando venía de niño, con ocho o diez años. Dese cuenta que este negocio lleva en pie setenta años.

El frutero de la Casa Real es del Atlético, para que luego digan...

Hubo una época que se decía de manera un poco peyorativa que los fruteros y los pescaderos eran del Atleti. A mucha honra. Ahora, gracias a la situación del equipo, podemos sacar pecho. Nuestro club es distinto y los atléticos somos diferentes. Está muy dicho, pero es verdad. La gente del Atlético no tiene nada que ver con la del Madrid, es otra historia.

Historia la suya, pues ha visto muchísimos partidos del Atlético...

Mi padre era aficionado a los toros, no del fútbol. Me hice del Atlético gracias a mis tíos. Yo era muy delgado y me decían que si me comía todo me llevaban al fútbol, al Metropolitano. Y al poco me saqué el carnet infantil. Tenía 13 años.

En esa época los dos grandes clubes de la capital tenían dos equipazos...

El Madrid de Di Stéfano ganaba con soberanía. Tenía un equipazo. Para mí los tres más grandes eran Di Stéfano, Gento y Puskas. El Atleti también contaba con un equipo grandísimo. De jovencito yo era de Peiró. Y luego me impactó Mendonça. ¡Qué jugador! De la etapa más reciente me quedo con Futre. Tenía un punto de velocidad que era increíble. Ahora, hay veces que Diego Costa me recuerda a él, cuando arranca con el balón con esa rapidez.

Mi padre me habla maravillas del Metropolitano...

Es así. Recuerdo el tranvía que dejaba al final de Reina Victoria, la gradona de pie y los bocadillos de jamón que vendían en Reina Victoria. Para los atléticos fue un gran estadio.

Luego vino el Calderón y en unos años el Atlético se mudará al estadio nuevo...

Yo, sinceramente, lo veo bien. Será un recinto moderno, con mejores instalaciones. El Calderón ha sido muy importante para nosotros, pero es incómodo para ir, está metido en un fondo, es complicado acceder...

Si le pregunto al frutero real qué fruta sería el Atlético, ¿qué me respondería?

El Atlético sería el fresón. Rojo por fuera y blanco por dentro.

¿Y Simeone?

Sería una fruta con fuerza, con vigor, como las vitaminas que dan las naranjas.

Falcao sería...

El mango tropical.

La fruta de la pasión...

Las novias de los futbolistas, jajaja.

Y el gran rival, ¿el Real Madrid?

Algo muy fácil de comer, las cerezas.

Cuidado con lo que dice, le pregunto por Mourinho...

El carácter, el genio, la exigencia de un gran entrenador. Sería el pomelo, pues es un poco agrio. Parece que no trata bien ni a los suyos. Para mí un técnico de un equipo de estos niveles tiene que ser más que nada un buen psicólogo. ¿Qué le puede enseñar técnicamente un entrenador a un jugador de estos niveles? Normalmente uno no se hace con el mando en casa, donde hay una mujer y un par de niños. Si es complicado con cuatro personas, ¿cómo no va a serlo con 25 chicos que tienen mucho dinero y que cada uno viene de un sitio diferente? Por eso pienso que debe ser más psicólogo que técnico.

El Barcelona tiene que ser una fruta como...

La fresa del bosque. Sería la exquisitez. Practica un fútbol distinto, por mucho que ahora pueda atravesar un bache.

Dentro de poco es la final de Copa del Rey y estamos delante de frutas que deben aportar muchas vitaminas. ¿Cuál es su receta para ese partido?

Yo les daría jengibre, que aporta muchas calorías y es muy estimulante. Te pone a cien. Con eso y con el Cholo al mando del equipo, la final está ganada. Pero hay que tener en cuenta que los árbitros no se portan igual en el Bernabéu que en otros estadios. En el campo del Madrid se arrugan. Lo pongo muy fácil: para la final pido un colegiado que sea neutral, que no nos dé, pero que no nos quite. Y que no se arrugue. Puede parecer poco, pero no lo es.

Por lo que veo, es usted también admirador de Simeone...

Me parece una gran noticia que haya renovado por el Atlético. Pero deben dejarle que maneje, que tenga el poder y la responsabilidad de lo que hace. Un cargo como el de entrenador del Atlético tiene cosas muy bonitas, pero también una gran responsabilidad. Me encanta Simeone porque, además, cuenta con los chavales. El Atlético siempre ha contado con los chicos de la cantera, con jóvenes de las categorías inferiores. Me parece bien que un equipo así tenga estrellas, pero el Atlético ha sido históricamente un equipo que cuidó su cantera.

Siendo usted un rojiblanco de pro y viajando como viaja con el equipo por medio mundo, seguro que habrá hecho migas con algún jugador...

Arda Turan me llama papá. Le encantan los dátiles. Venía mucho con Emre y come mucha fruta. También mango, piña... Tengo una gran relación con él.

¿Y de los de antes?

Venían Luiz Pereira y Leivinha. La mujer de este último me regaló una vez una camiseta de Sócrates.

Los dos fueron santo y seña de un Atlético ganador...

El jugador antes podía hablar con la prensa sin problemas, con el aficionado, estaba muy cercano al seguidor. Ahora es distinto, los clubes son empresas. Hace años los futbolistas eran más pasionales, había más gente de la casa y ahora no es así. Pero bueno, ya digo que los atléticos podemos estar orgullosos ahora, podemos sacar pecho, pues tenemos un gran equipo.