Liga BBVA | Granada 2 - Mallorca 1
Martins había marcado dos minutos antes del incidente
El destino nunca es caprichoso y ayer estaba escrito que Carlos Martins tenía algo que decir en el Granada-Mallorca. Y lo dijo, aunque el capítulo final -momentáneo final- del partido le hiciera quedar en segundo plano. El portugués sacó a los de Fabri de un atasco complicado y culminaba una remontada elaborada en diez minutos. Primero Siqueira dejaba sin efecto el tanto inicial de Víctor y cinco minutos después, a la hora de partido, el tiempo se paró para que Martins llorara. Lo hizo tras marcar el 2-1 y cubrir su rostro con una camiseta dedicada a su hijo, a Gustavo, que lo veía emocionado en la grada. Gustavo lucha en otro partido más complicado contra el destino. Ni el mejor de los guionistas lo habría mejorado. Los Cármenes era una auténtica locura, tras una primera en la que mandó un Mallorca sobrio y eficaz, casi sin sudar. El 2-1 abría el espectáculo, con Martins de héroe...