El milagro del Anzhi | Capítulo 2. Una sonrisa en pleno conflicto
"El Anzhi de Roberto Carlos y Etoo es un regalo de Alá"
La afición, musulmana en un 91%, disfruta feliz.
Vivir un partido del Anzhi en el estadio Dinamo (el club está reformando el suyo y proyectando otro nuevo para el futuro) significa experimentar lo que esta población caucásica siente con su nuevo equipo de estrellas. Los aficionados se agolpan dos horas antes del partido en los aledaños del campo para ver llegar a sus nuevos ídolos y portan camisetas, bufandas y banderas amarillas para animarles durante todo el choque. "¡Etoo!", "¡Roberto Carlos!", "¡Etoo!", "¡Roberto Carlos!" exclaman unos y otros enfervorizados cuando se les pregunta sobre su jugador favorito. El traductor deja después una sentencia que expresa la fe de un pueblo musulmán en un 90,6% de sus habitantes: "Este equipo es como un regalo de Alá. Juntar a Etoo, Roberto Carlos y más estrellas que vendrán en el futuro es algo increíble". La tienda oficial del club también está funcionando muy bien en una zona en la que los deportes tradicionales son el boxeo y la lucha, en cualquiera de sus versiones.