"Llevo tres años hablando del traspaso de Fábregas..."

Tras un viernes más que movido en el 'culebrón Cesc', Arsene Wenger ha atendido a los medios de comunicación y lo ha hecho en Lisboa, donde el Arsenal jugará mañana sábado la 'Eusebio Cup' ante el Benfica. Y lo hará sin el propio Fábregas, que no ha viajado y se ha quedado en Londres mientras encallaba la última reunión entre Arsenal y Barcelona, que siguen en lugares muy distintos en lo relativo al trapaso del jugador. El club azulgrana sigue sin llegar a los 45 millones de euros que pide un Arsenal poco amigo además de las cantidades variables. Los 'gunners' quieren una suma fija que como mínimo llegue a los 40 millones de euros. La pelota sigue en el tejado del Barcelona.

Wenger, en Portugal, ha justificado desde un punto de vista deportivo la ausencia de un Cesc al que quería haber dado minutos ya en este partido, en parte para tratar de recuperar la normalidad, en parte para seguir apretando las tuercas en un escenario que se repite por tercer verano consecutivo: "Cesc acaba de volver tras una lesión y no está listo para jugar todavía". Para amplificar el mensaje, Wenger sí ha reconocido que Berndtner y Eboue no han viajado porque están cerca de dejar el club. En ese lote de los que pueden ir no ha metido desde luego a Cesc.

Porque la situación no varía para Wenger, que no ha querido hacer demasiados comentarios al respecto y que se ha mostrado cansado de las preguntas al respecto: "No quiero hablar del futuro de Cesc porque llevo haciéndolo tres años en cada rueda de prensa y ahora mismo no creo que haya nada más que decir. Me encanta Cesc y quiero que se quede en el Arsenal. Eso es todo, básicamente. No ha venido a Lisboa porque está recuperando la forma tras una lesión. Ahora mismo no está lesionado. A partir de ahí cada uno es libre de pensar lo que quiera, no puedo evitar que la gente me haga determinadas preguntas".