Emaná es un problema hasta cuando juega bien

INCONSTANCIA. Pitos y palmas e Heliópolis

La inconstancia ha sido, de nuevo, la gran asignatura pendiente de Emaná a pesar de tratarse de largo del jugador mejor pagado de la categoría. Heliópolis ha sido comprensivo y ha animado al futbolista, aunque no pudo evitar pitarle en encuentros como los que jugó ante Elche o Nástic.

EN LOS TOBILLS. Por las lesiones, sólo 28 choques

28 partidos, 13 goles. Son los números de Emaná esta campaña aunque haya jugado todo el tiempo en la línea de ataque. Demasiados encuentros ausente, sobre todo, por culpa de dos lesiones de tobillo que le han apartado durante 14 jornadas y también varios encuentros de Copa, algunos de ellos bajo la excusa médica de un "fuerte dolor". Rubén Castro (27 tantos) y Molina (18) formaban además parte de los onces que arrasaron al Getafe, al Zaragoza y al Barça en Copa.

EN PLENA CRISIS. Robó un penalti y luego lo falló

Hasta el partido ante el Elche en el Villamarín, Emaná había tirado los penaltis siempre que se encontraba sobre el campo y los había convertido. Pero el momento era delicado y las órdenes de Mel eran que debía tirarlos el que más confianza tuviera... Y Achille, que estaba haciendo un mal partido con 0-1, salía además de la lesión. Jorge Molina se disponía a lanzarlo y el camerunés se lo robó... Para estrellarlo en el portero. El Betis sucumbió 1-4 y la crisis casi se lleva por delante a Mel y el ascenso.

EL GALATASARAY. A punto de irse, empezó tarde

A punto de irse al Galatasaray a finales de agosto, Emaná volvió a empezar tarde la temporada aunque esta vez, al contrario que en años anteriores, no tuvo él la culpa. Mel, eso sí, prefirió dejarle fuera de las dos primeras convocatorias (en Liga y en Copa) al considerar que el camerunés no tenía la cabeza en el Betis. El entrenador madrileño llegó a decir que le veía "fuera" del equipo, aunque luego fuera capaz de recuperarle para la causa como ningún otro entrenador lo ha conseguido.

CONFIANZA DE MEL. Un capitán que fue expulsado

Hubo varias claves para conseguir que Emaná hiciera la mejor de sus tres campañas en el Betis, además de la evidencia de que el club verdiblanco se encontraba de nuevo en Segunda. Una de ellas, que Mel contara con él como segundo delantero. La otra, que el técnico decidió darle la capitanía para que se sintiera importante sobre el campo, asumiera responsabilidades. Pero en una de las primeras ocasiones, ante Las Palmas, Achille se autoexpulsó y contribuyó a que el Betis perdiera dos puntos.