NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Levante

"Si vives del recuerdo, mueres de nostalgia"

Juan Ignacio pasa revista al presente y futuro del equipo levantinista. Acaba de aterrizar y aún está situándose pero quiere alcanzar el éxito respetando sus principios futbolísticos y manteniendo la sintonía del vestuario.

Javier Mínguez
Actualizado a
"Si vives del recuerdo, mueres de nostalgia"
reportaje fotográfico: alberto iranzo

Hemos fichado a un chico normal". Eso comentó Quico Catalán sobre la incorporación de Juan Ignacio como técnico del Levante. Al menos, como persona normal se comporta: disfruta de un buen ágape en el inmejorable escenario de Brassa de Mar; degusta, con moderación, el vino y la cerveza, como la gente corriente; nos muestra, orgulloso, la foto de su hija en el móvil... Eso sí, de fútbol sabe bastante y su trayectoria lo avala. El primer tema a tratar, con naturalidad, es cómo se gestó su llegada al cuadro granota. "Manolo Salvador quiere conocerme en persona. Quedamos y tuvimos una reunión. Todo surge muy deprisa y, al día siguiente, me llaman porque iban a tomar la decisión de que iba a ser el entrenador del Levante, luego la presentación Estaba en el sofá con mi mujer y le dije: me acaban de llamar de Valencia", recordó.

"La primera sensación es un estado de shock. Yo quería ser futbolista y ser entrenador no era prioridad o no me daba ansiedad, pero fui subiendo de categoría. Incluso me llamaron del Hércules a mitad temporada pero yo estaba en medio de un proyecto", continuó el técnico, que sufrió por quedarse sin la oportunidad de dirigir en Primera, aunque siempre tuvo fe. "Tenía la paciencia absoluta por mi trayectoria de cuatro años seguidos en Segunda haciendo las cosas aceptables", explicó en referencia a su buen papel, sobre todo, en Salamanca y Cartagena. El alicantino, que rechazó una oferta de Grecia "de un equipo de Europa League", reconoció que lo primero que le cautivó del club de Orriols fue su cercanía. "Tiene unos valores de humildad y familiaridad importantes. Un detalle bonito fue, el día de mi presentación, la picada en el 'Raconet', un sitio humilde donde se respiraba levantinismo. Ese momento me transmitió mucho de la entidad, aunque también ese reto tan importante de la permanencia en Primera", recalcó.

Ya metidos en harina, la obligación es preguntarle por el estilo de juego de sus equipos: les gusta ser protagonistas pero hay que ver cómo casa eso con la máxima categoría. "Si estoy aquí es por la filosofía de mis equipos. Todo lo hago a través del balón. Tengo unos lemas aunque, si dijera que son innegociables, sería una falta de respeto hacia mí porque habrá momentos en que haya que ser eficaces o prácticos", matizó el de Rabasa. Hay que indagar un poco más. "La diferencia entre Segunda y Primera es brutal. No quiero renunciar a estos principios porque, si tienes el balón, hay más posibilidad de correr menos detrás del rival aunque, a veces, por la calidad del rival, habrá que modificar el sistema", se explayó.

Juan Ignacio no rehúye a hablar de Luis García, de lo que supone tomarle el relevo aunque también de la impronta que quiere dejar en el equipo. "Es lógico que haya comparaciones porque ha hecho un trabajo, no diría ya sensacional o fantástico, sino incomparable, inigualable. Pero no me preocupa porque Juan Ignacio viene en una temporada diferente", manifestó. Y su sello: "soy joven pero ya demasiado mayor para modificar hábitos; espero ganarme el respeto del vestuario con naturalidad y con mi comportamiento, porque la autoridad y el respeto no deben imponerse", argumenta el preparador, que deja claro un principio: "lo que han hecho vamos a intentar borrarlo porque, quien vive del recuerdo, puede morir de nostalgia; lo que han hecho tiene un meritazo impresionante pero el que deja de mejorar deja de ser bueno", asegura JIM, que no va a entrar como elefante en cacharrería. "Las cosas que han funcionado, las mantendremos y, poquito a poquito, les inculcaremos cosas para intentar mejorar. Soy una persona de consenso aunque tengo que tomar decisiones", añadió el de Rabasa, que subraya que no es ningún iluminado cuando habla de jugar bien al fútbol. "No penséis que soy tonto ni que me he tomado nada pero pienso que el Cartagena también era un recién ascendido a Segunda...", argumenta haciendo alusión al buen trato del esférico del conjunto murciano. "Vamos a ver si somos capaces: estamos planificando una pretemporada fuerte y veremos si somos capaces. Aunque tengo un lema: cuando no puedas pintar con pincel, utiliza la brocha gorda. Lo que hay que hacer es sacar rendimiento". Queda claro.

Nombres propios.

Y toca hablar de nombres propios y es inevitable relacionarlo con Botelho y Toché. "Cuando llegué, Manolo Salvador ya tenía esos nombres sobre la mesa. Tiene un informe y sabe lo que pienso porque he compartido vestuario con ellos. Los veo candidatos a hacer buenas temporadas en Primera", aseguró. Pero Botelho no es el único jugador del Arsenal que puede recalar en el conjunto del Ciutat. Wellington Silva podría repetir. "Lo conozco por vídeos -estuvo a punto de ir al Cartagena en enero- pero, cuando el Arsenal ficha a un futbolista, normalmente lo hace para su primera plantilla y malos no pueden ser, es imposible", señaló JIM. "En el Levante hablan bien de él. Llegó al equipo justo cuando despegó y le costó entrar pero todo el mundo dice que tiene unas condiciones buenísimas", subrayó.

Otro nombre propio es el de Felipe Caicedo y, por sus palabras, parece que se ha hecho a la idea de que no contará con el ecuatoriano. "Es un jugador más de la plantilla. El club me transmitió que llegó una oferta importante de Rusia y no olvidemos que, en cualquier momento, pueden volver otra vez. Ha hecho una temporada brillantísima. Ahora mismo es jugador del Levante porque ningún equipo ha vuelto a tocar a la puerta", destaca. De todos modos, por encima de las individualidades, tiene fe en el grupo. "El bloque dice mucho porque viene de la permanencia y dio un rendimiento altísimo, con el añadido de Barkero", explicó. "El Levante ha sabido gestionar muy bien las cesiones porque les ha sacado rendimiento y un futbolista como Felipe ya es propiedad del club. Son cosas importantes que ha hecho la dirección deportiva". Un Manolo que le ha transmitido "confianza y sinceridad" en sus reuniones. "Lleva años tomando decisiones que le avalan pues el rendimiento está ahí".

Viniendo de donde viene, deja claro que no le preocupa el poco dinero con que cuenta el Levante para su plantilla. "Hay que ser positivos. Sabemos con quién competimos pero el tema económico ya está superado, no es la prioridad. Hay gente que apuesta por venir al Levante, que pierde dinero, y eso dice mucho del compromiso de los futbolistas", destaca. "Para muchos jugadores, es un privilegio estar en Primera. Para mí es una oportunidad porque estaba en Segunda. El otro día llegué a una ceremonia en Madrid y la familia me pegó una gran ovación... ¡Lo que genera la Primera! La gente se había enterado por los medios, cuando estaba en Segunda no se acordaban tanto", bromea.

Por último, el alicantino se declara "creyente" pero sin estridencias. "Lo del Padrenuestro lo he hecho en todos los equipos pero es algo que consultaré. Pero, si rezas tú y el rival, empatarás... Es una manera de hacer grupo, no lo haces para ganar. El fútbol está lleno de manías pero, en mi caso, es más en mi comportamiento del día a día, nada extraordinario". Lo dicho: un chico normal. Aunque pasará a ser un héroe si repite el sueño granota una temporada más.