Un 'kilómetro' de cerveza para la plantilla verdiblanca

Aproximadamente un kilómetro de longitud sumarían, en fila india, los 5.980 botellines de cerveza Cruzcampo que la plantilla del Betis incluido el cuerpo técnico recibirán como premio a su ascenso. La empresa de origen sevillano pesó ayer en su Fundación de la calle Luis Montoto a varios futbolistas, al entrenador Pepe Mel (que por cierto se llevó la palma, con 94 kilos) e incluso al presidente verdiblanco, Rafael Gordillo. El jugador que más dio en la báscula, dada su envergadura, fue el ariete Jorge Molina, que superó los 89 kilos, y el que menos el menudo Jonathan Pereira, con 63. Rubén Castro pesó 73.

Molina bromeó con la posibilidad de que algún jugador que no fue calibrado "en público" pesara más que él y con "lanzar a la afición" la cerveza para no "llevarse una reprimenda del preparador físico" cuando regrese de las vacaciones. Gordillo agradecía a la entidad cervecera el apoyo de este año, en el que se ha firmado un nuevo contrato que permitió, a mediados de temporada, el funcionamiento normal del club verdiblanco.