Alves no vio el gol de Koeman: no tenía tele

Bojan sólo tenía dos años cuando Koeman rompió la historia haciéndole un golazo de libre indirecto a Pagliuca, portero internacional italiano, al que un paso en falso hacia su izquierda y el zambombazo del holandés le hicieron imposible alargar más la agonía culé en el partido y quién sabe si en la historia. El veloz paso de los años hace que las temporadas vuelen y no seamos conscientes de lo que corre el tiempo. De ahí que pocos jugadores de la actual plantilla recuerden algo de la sufrida victoria del Dream Team de Cruyff ante la Sampdoria (1-0) en un Wembley que fue demolido y a su vez levantado en una construcción diseñada por el prestigioso Norman Foster (el arquitecto que presentó la reforma del Camp Nou y que nunca pasó de ser una multimillonaria maqueta). "En casa me explicaron que fue una gran fiesta y en el club que era una necesidad histórica", comentó hace unos días el delantero ilerdense.

Pinto, con 16 años, era el más veterano de todos. Con edad como para comenzar a entrar en las discotecas con horario de tarde con los amigotes, el portero prefirió centrarse en el fútbol y destacaba en las inferiores del Betis. Entre los palos o bajo el larguero de los campos de entrenamiento de tierra utilizados por los verdiblancos, el andaluz la vio con un ojo, víctima de esa curiosidad que despertaba en el día a día el Barça de Cruyff. Mascherano, por su parte, aseguró que "no voy a ser hipócrita: no la vi. Era pequeño y estaba en Argentina con mi familia y comenzando a patear la pelota", mientras que Piqué comenzaba a saber lo que era sufrir viendo al Barça. "La disfruté en Londres", en las gradas del viejo Wembley junto con su abuelo Amador Bernabéu (directivo en la época de Núñez y representante del club ante la UEFA en la actualidad), a la vez que Xavi, lloró "todo lo posible", compartiendo la felicidad con sus padres, que hoy llegarán a Londres.

Humildad.

"Por entonces mi padre tenía un bar", expresó Valdés. "Estaba en Terrassa y allí la disfruté con unos amigos y mis allegados", a la vez que Puyol vibró en La Pobla de Segur (Lleida) al lado de su hermano.

El caso curioso y sincero fue el de Dani Alves. Dicharachero como siempre, el brasileño se sinceró al ser cuestionado. "¿Que dónde pude ver la final? ¡En ningún lado! A mi edad (9 años) no sabía lo que era un televisor. En la casa de mis padres no había, crecí en el seno de una familia humilde", reconoció el jugador, que mañana debutará en una final de Champions League -se perdió la de Roma-. A su íntimo en el vestuario, Adriano, le pasó algo similar, por lo que sólo el haber llegado a Europa y jugar la Champions con el Sevilla antaño le puso en antecedentes de que el Barcelona había conquistado tres Copas de Europa, la primera en 1992.

Keita y Abidal desvelaron no haberla visto, como Messi, que ya lucía su zurda que a día de hoy le ha encumbrado como el mejor futbolista del planeta en los campos de Rosario (Argentina). "Tenía cuatro años, ¡de qué quiere que me acuerde!", vaciló Busquets, poco antes de que Pedro relatase que "sabía que me gustaba el fútbol, pero poco más".