Gio: cinco goles en 797' lo devuelven a la élite

Dicen que la noche le confunde y que el Barça le echó. Pero en Santander sólo se le ve de día y su salida de Barcelona fue por ambición. Nada más acabar el curso 07-08, el mexicano se reunió con Pep. "Me voy; me quiero comer el mundo", le dijo. No contaba a pesar de prometer y se precipitó. "A veces me arrepiento porque podía estar ahora ganando títulos", reconoce. Salió a Inglaterra. Juande Ramos le pidió para su Tottenham pero el técnico duró un suspiro y todo se torció. Nadie contó más con él. Se fue cedido y deprimido al Ipswich y al Galatasaray. Y no remontó. 32 partidos y cuatro goles en tres años. Menos mal que el Racing le rescató.

Su llegada a El Sardinero fue el último día del pasado mercado invernal. Gracias al atrevimiento de Pernía y ante la impotencia de Alí, que suspiraba por Zigic. El presidente llegó a dudar de su fichaje, seguro de la llegada del serbio, pero supo reaccionar a tiempo. Niko se encarecía, hizo cuentas y rectificó. La implicación de Gio ha asombrado. Se esperaba a un crack de brazos caídos. Ha jugado 797', ha marcado cinco goles -Villarreal, Real Sociedad, Espanyol y Hércules (dos)- y ha provocado dos penaltis (Geta y Madrid). El Racing puede comprarle por ocho kilos. Él ya le ha dado dos órdenes a su nuevo agente, Mendes: dar prioridad al Racing y no moverse más de España.