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Amistoso | Alavés 0 - Zaragoza 1

Braulio salva en Vitoria a un Zaragoza de dos caras

Buen primer tiempo de un equipo que luego se vino abajo

Juan P. Montaner
<b>ENCHUFADO. </b>Braulio apareció en el encuentro en el minuto 72 y apenas 14 después convirtió el tanto de la victoria zaragocista.
ENCHUFADO. Braulio apareció en el encuentro en el minuto 72 y apenas 14 después convirtió el tanto de la victoria zaragocista.paulino orive

El Zaragoza quiso darle la espalda a los problemas. José Aurelio Gay dispuso en Vitoria un esquema con un solo delantero que alivió la merma en ataque y que, ya de paso, permitió ver a un Zaragoza más dinámico, combinativo y dominante. El 4-2-3-1 con el que apareció el equipo en Mendizorroza le dio un aire más fresco y agradable. Hubo cierta mejoría en el primer acto, pero el caos del segundo dejó de nuevo latente que queda todavía mucho por hacer.

Tiempo tienen Gay y Nayim para llevar al equipo a la línea de salida en un estado óptimo. Ambos no dejan de buscar soluciones y ayer tejieron un doble pivote con Gabi y Edmilson, reforzado con una línea de tres que formaron Ponzio y Lafita en las bandas y Ander en la mediapunta. El cambio reforzó el centro del campo y permitió al Zaragoza mover el balón con paciencia, solvencia y criterio, siempre apoyado en las constantes subidas de Diogo y Obradovic por las bandas.

El Alavés se preocupó de levantar un muro en torno a su portería y casi ni se dejó ver por la otra área. Apenas un par de remates lejanos que o bien no vieron puerta o bien Doblas los cegó. Pese al dominio, el Zaragoza no logró ventaja. Edmilson, Ponzio y Ander lo intentaron desde lejos sin fortuna y Uche siguió encerrado en su laberinto particular. Tuvo dos carreras contra el portero; una se la tiró a los pies y la otra al graderío. Luego se fue con molestias en su rodilla operada.

Bajón.

La mala tarde del nigeriano se extendió al resto del grupo en el segundo acto. Con sólo tres cambios con respecto al inicio (aparecieron Leo Franco, Pennant y Marco Pérez), el Zaragoza bajó una marcha y su fútbol se volvió más espeso. Quizá el desgaste físico, quizá un Alavés al alza con hasta ocho jugadores de refresco, lo cierto es que las opciones de ambos bandos se igualaron y apenas se vieron ocasiones claras en el segundo acto. Marco Pérez tuvo el premio gordo con un centro pasado de Pennant que pilló vendido al meta Reguero, pero su remate discurrió en paralelo a la línea de gol hasta casi regresar a su lugar de origen.

Braulio, jugador de futuro incierto ahora mismo, sí que estuvo más acertado que el colombiano para resolver un encuentro en el que el Zaragoza mostró dos caras.