45.000 personas despidieron ayer a Enke en Hannover

Un abarrotado estadio del Hannover 96, con capacidad para 45.000 personas, tributó un sentido adiós ayer a Robert Enke, de 32 años, fallecido el pasado martes cuando se suicidó siendo arrollado por un tren en Hannover. Enke, que dejó escrita una carta de despedida pidiendo perdón, había recaído en una depresión en la que estaba sumido desde que perdió a su hija Lara de dos años tras varias operaciones debido a una dolencia congénita cardíaca. Enke estaba incluido en la lista de Joachim Löw, seleccionador alemán, de cara al Mundial de Suráfrica.

Michael Ballack, capitán de la selección y amigo personal de Enke desde los 13 años, se mostró muy afectado: "Estoy atónito, no tengo palabras". El selecionador Löw señaló estar "sorprendido, vacío. Su muerte es una inmensa pérdida, hemos perdido a un deportista de primer nivel y a un ser humano excepcional".

Al oficio religioso siguió una marcha espontánea hasta el estadio del Hannover 96 para rendir homenaje al jugador. A lo largo de la jornada, miles de ciudadanos convirtieron en un manto de velas, flores y mensajes escritos las inmediaciones del estadio.