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Fernando: "Llorente confía en mí y aún lo hará más"

Habla tan claro como veía el fútbol desde el centro del campo del Valencia durante los 80' y los 90'. Fue una institución como futbolista en el club ché y ahora sueña construir un equipo de Champions en su segundo año como Director Deportivo.

Joaquín Masmano
Actualizado a

De momento, visto cómo está siendo el arranque de campaña, es optimista: "Con dos victorias de dos partidos en Liga, mi nivel de satisfacción ahora mismo es máximo, pero debemos tener en cuenta que la temporada va a ser larga y dura, con tres competiciones por delante. Y creo que la plantilla es mejor que la del año pasado y los objetivos son los de siempre, por lo que la probabilidad es mayor y eso me satisface". Así de rotundo se muestra Fernando cuando se refiere al nivel de una plantilla que debe tener claro en qué zona de la tabla debe acabar la temporada: "El Valencia siempre se debe exigir estar entre los cuatro primeros, por las cosas que se suelen decir normalmente (historia, presupuesto y tradición) y porque hay plantilla para conseguirlo".

Fernando no se esconde a la hora de fijarse el objetivo de volver a la Liga de Campeones, algo que se resiste a reconocer cuando se le pregunta a Unai Emery. Pero ésta, precisamente, no ha sido una de las "dos discrepancias" que Fernando asegura haber mantenido con el técnico vasco: "Una fue fichar antes a un portero que a un mediocentro y la otra, quedarse con Banega cuando yo habría preferido venderle". Pese a dejar claro que, en este tipo de casos, "la última palabra debería ser la del Director Deportivo", algo que no ha ocurrido este verano (se fichó a Moyá y Banega se ha quedado en la plantilla), Fernando recalca que su relación con Unai "es buenísima y no distinta a hace tres meses, antes de que llegaran las discrepancias".

La relación entre las dos cabezas visibles en el plano deportivo ché vivió un capítulo de unión notable cuando, en la pasada temporada, los resultados no acompañaban al Valencia y la continuidad del vasco estuvo en entredicho. Fue entonces cuando Fernando ratificó a Emery delante de todo el vestuario. "Yo fui de los pocos que defendió el trabajo de Unai el año pasado y les pedía a los jugadores un esfuerzo por llegar al objetivo aunque no se consiguió. Recibí una llamada al día siguiente de Emery, dándome las gracias por hacer esa declaración a favor de su continuidad y pidiendo a los jugadores una alta dosis de personalidad para pelear por los objetivos. Lo hice convencido, con total sinceridad, porque veía que el entrenador se preparaba y estudiaba al rival aun viendo que la profundidad de la plantilla no era la que se esperaba".

Eso fue en la primera campaña de Emery, que acaba contrato en junio: "Es su segundo año, la plantilla es mejor y el equipo debe estar en Champions como meta obligada. Además del trabajo están los objetivos, porque como pasa conmigo o con un presidente, lo hecho está ahí pero también están unos resultados que marcan. Creo que no me corresponde a mí solo decidir la continuidad del entrenador, el presidente tendrá mucho que decir y habrá que esperar. Ojalá le vaya muy bien para merecer ser renovado, pero hasta el propio Unai es partidario de esperar". Eso sí, mantiene que Unai "da el perfil" de entrenador que le gusta como Aguirre o José Luis Oltra, a quien él dio la alternativa y del que comenta sobre un hipotético futuro ché: "Está cumpliendo objetivos desde que empezó y haciéndolo muy bien. Su progresión es extraordinaria en todas las categorías".

Futuro

Fernando opinará sobre la continuidad de Emery pero un año más tarde habrá que plantearse la renovación del propio Fernando, que tiene claro qué debe hacer para ganársela: "De los fichajes que hago y de la relación diaria con el fútbol base, con la secretaría técnica, el entrenador y los futbolistas no se debe desprender nada malo. Además, que de los fichajes que vengan, que seguro me equivoco en alguno, haya un porcentaje de fallo no muy alto". En este momento, siente la confianza de Llorente: "Creo que ahora confía mucho más que cuando llegó. Y con el paso del tiempo aún lo hará más. Me ha conocido personal y profesionalmente".

El Director Deportivo ché es el primero que se presta al análisis de los fichajes que ha firmado. Y opta por hacerlo uno a uno: "Para mí, Renan puede estar perfectamente en el Valencia; Carleto es una apuesta joven que hasta que no juegue no sabemos qué rendimiento puede dar; Nacho González todavía no ha tenido oportunidad de demostrar si puede estar en el Valencia; y de este año, con Moyá, Bruno, Dealbert y Mathieu, creo que me he adaptado a las necesidades del club y que son jugadores que van a rendir".

Entre todas sus incorporaciones, la de Carleto es la que le ha llevado a recibir más críticas. Fernando se defiende: "Siempre dije que un club de fútbol debía fichar jugadores asentados, subir a gente de la cantera y hacer apuestas, pero no de 16 ó 18 millones de euros, como Fernandes y Banega, a los que yo no habría fichado por ese precio, sino de uno o dos millones, con jóvenes que crees que jugando pueden progresar. Pero el paso del crecimiento en el Valencia no se produce porque aquí hay unas exigencias a mucho más corto plazo de la oportunidad que se le puede dar a ese jugador. Eso sí, lo que tengo claro es que ya no vendrá ningún jugador más así".

Fernando accedió al cargo en una etapa marcada por la economía de guerra del club, que después aún quedó mejor reflejada en el plan de viabilidad de Javier Gómez. "Los cambios en el club han ido marcándome el camino. Creo que hubiésemos podido cumplir con ese plan pero esto suponía la venta de jugadores, comprar por un porcentaje de ese dinero obtenido y eso habría ayudado al club con esa exigencia en la que nos metíamos nosotros". Pero en julio, el panorama cambió: "Entró Manolo, que aclaró desde el principio que iba a ser un presidente ejecutivo, y ha tomado sus decisiones y nosotros somos empleados que nos tenemos que adaptar a lo que se rige desde arriba, aportando nuestra opinión y nuestro granito de arena, pero sabiendo que las directrices se marcan arriba". Y, lejos de vender a los cracks, lo primero que hizo el nuevo presidente fue garantizar su continuidad. "Que Villa se quedara es fantástico. A él le quedan cinco años de contrato y a mí, dos. Por lo que, egoístamente, es extraordinario porque, muy posiblemente, cuando él acabe contrato yo ya no estaré aquí. Pero que no quepa ninguna duda de que estábamos preparados para sustituirle". Y en este punto aparecen tres nombres propios: "La opción que más satisfacía tanto al entrenador como a mí, si el Madrid entraba en la operación, era Negredo; si no era Nilmar o Gignac".

Mejoras

Fernando y Llorente tienen dos asuntos en el tintero que pueden terminar enquistándose: la mejora de contrato pedida por Marchena y la prometida a Mata. "Lo de Carlos se le dijo a su agente que no podía ser el año pasado y se le emplazó a éste; lo que ocurre es que Soriano ya no está y no sé lo que habrá hablado con Llorente. Mata es un jugador cuyo rendimiento deportivo no está en relación con lo que cobra. Es cierto que va a tener un aumento porque se va a ejecutar lo que tenía firmado y quizá podría ser mejorado, pero esto lo tendrá que decidir el presidente. Yo he sido jugador y estuve seis o siete años cobrando diez millones de pesetas brutos cuando lo jugaba todo. Mis primeros contratos eran muy bajos y después fue cuando gané dinero. El futbolista está para jugar y debe estar tranquilo. Mata no se ha de preocupar porque le llegará su momento y no sólo se divertirá jugando al fútbol, sino que también ganará mucho dinero si sigue así".

Es mucho el trabajo que tienen por delante Fernando y su secretaría técnica, compuesta por cuatro hombres y marcada por "la situación de recorte de gastos más que de incremento".