El Dinamo de Kiev conquistó un partido que se le puso muy cuesta arriba en el primer tiempo tras el golazo de falta de Domínguez. El mediapunta del Rubin Kazan colocó en la escuadra de manera sutil un golpe franco al borde del área. Sin embargo, los rusos no pudieron aguantar el marcador y se desinflaron en la segunda mitad. Parte de culpa tuvo el delantero Milevskiy, que participó en todas y cada una de las acciones peligrosas de los ucranios. Los últimos veinte minutos de encuentro fueron un auténtico vendaval y consecuencia de ellos fueron los tres goles con los que los ucranios remontaron un choque muy difícil.