El Mallorca se adjudica justamente la Summer Cup

El Mallorca se adjudicó la Summer Cup, un torneo inédito que presentaba un cartel aceptable para la pretemporada, además de suponer el debut de los rojillos en casa. Aunque el campeonato fue absolutamente descafeinado futbolísticamente y, sobre todo, en cuanto a la respuesta del aficionado.

El partido ante el Newcastle fue más soporífero que la victoria ante el Hannover, en la que al menos hubo remontada y goles bonitos. Lo poco rescatable de anoche lo puso Borja Valero, quien va a ser el líder y creador del juego esta temporada. Casi todo lo interesante salió de sus botas, la pena es que no acompañaba nada en la noche, puesto que el rival que había enfrente fue penoso. Si uno de los dos equipos no quiere, no hay partido. Y eso fue lo que ocurrió anoche, pues los de Manzano fueron los únicos que pusieron algo de criterio. Volvamos a Borja, habrá quien diga que son incompatibles él y Jurado. "El primer día la calidad la puso el gaditano", dicen algunos. Nada más lejos de la realidad, puesto que Borja participa desde la creación y el inicio de juego mientras Jurado parte de más arriba buscando el último pase.

Manzano siguió probando algunas cosas, como poner a Arango y Varela a banda cambiada. Pero nada le daba ayer profundidad a un juego bastante lento y plano. Lo poco reseñable ocurrió a balón parado, como en el gol de Mario Suárez de cabeza tras un excelente pase de Borja Valero. Si fuera baloncesto le llamaríamos Míster Catering, como a Calderón. También a balón parado, una falta de Arango, quién si no, fue lo más bonito: su tiro directo lamió el travesaño.

Sopor.

El partido se fue diluyendo poco a poco convirtiéndose en soporífero. En la segunda mitad el técnico buscó profundidad con Castro en la izquierda y Jurado en la derecha, con lo que Arango pasó a jugar de segunda punta. Defensivamente no hubo problemas y Moyá fue un espectador, quien sabe si en su último partido como bermellón pues su pase al Valencia parece inevitable.