De Biasi, el aguafiestas

Si a De Biasi la afición del Levante le mantea, ¿qué debería hacer la del Almería con Unai Emery? La pregunta corre como un reguero de pólvora esta semana que, por segunda vez esta temporada, el Levante visita el estadio de los Juegos Mediterráneos. La otra fue en la Copa del Rey. Álvaro, el héroe de la mejor noche del Levante, que superó ronda, en este año de ciegos, es baja y eso hará debutar a Robusté (formará pareja con Armando). Con De Biasi, la teoría cuela, porque el técnico italiano no se acobarda y lleva meses jugando a pecho descubierto. Le ha dicho que no al Parma, los jugadores le quieren y la afición granota le adora. Que el Levante bajará es casi matemático. Que lo hará con honor es totalmente seguro. En Almería jugará a tumba abierta, como lo hizo la semana pasada en su estadio ante el Villarreal. El Levante está muriendo de pie. Pero es que el Almería está disfrutando más todavía. Sólo tiene esa espinita de no saber qué pasará con Unai Emery, pero mientras tanto ha preparado el partido de hoy como una fiesta merecida. Ortiz ha dicho que es el día D de la temporada, y algunos directivos lo han puesto a la altura del día del ascenso ante la Ponferradina. Es posible. Si gana, el Almería sumará 42 puntos, la frontera tradicional para proclamarte libre del descenso. Con el gol decisivo sueña Negredo, el futbolista que ha echado de menos el Levante, que se ha conformado con Geijo y Riganò. Poco que ver con la determinación del ex madridista, que ya suma 10 goles y anuncia que persigue los 15.

De Biasi, que supo maniatar muy bien recupera a Miguel Ángel, Saúl, David Castedo y Descarga para la guerra. Emery, sin embargo, pierde a Corona, el GPS del equipo, roto esta semana después de una temporada en negativo, de menos a más. Era imprescindible. Y vuelve Diego Alves, después de un sueño de tres días compartiendo vestuario con Alves, Pato, Robinho, Lucio o Luis Fabiano. Lo de hoy es más modesto, pero seguramente mucho más emocionante. El Almería roza la salvación.