Capello toma el mando en su debut ante Suiza

Fabio Capello se la juega a todo o nada. Negarle a David Beckham el partido número 100 no ha gustado nada en Inglaterra, un país acostumbrado a respetar las tradiciones y a honrar las gestas. El Spice Boy puede caer bien o no, pero hasta Sir Alex Ferguson dijo que merecía jugar su partido número cien "por una cuestión de respeto, honor y agradecimiento".

Pero Capello no es Ferguson. El Centurión, como ya le han bautizado los tabloides haciendo referencia a la guardia pretoniara del César, no sabe ni entiende de tradiciones, sólo de resultados. En Inglaterra incluso han especulado con que la ausencia de Beckham puede obedecer al deseo del técnico italiano de que nadie le robe plano en su debut en el mítico Wembley como comandante en jefe de la selección inglesa, pero Capello ni se inmuta. Mantiene el rictus serio e imperturbable y de esa forma se presentará mañana en el partido ante Suiza, primero de los Pross tras la debacle que supuso su no clasificación para la fase final de la Eurocopa de Austria y Suiza, este verano.

Fabio Capello, que ayer fue la estrella en la presentación de la nueva camiseta de la selección de Inglaterra bajo el lema "Más que una simple camiseta de fútbol", sometió ayer a sus jugadores a una dura sesión de entrenamiento porque, a sus 61 años, sueña con debutar en el banquillo inglés con una victoria, a lo que su rival, Suiza, no dará facilidades. Los suizos tienen una buena selección y tratarán de dar la sorpresa. Eso sería fatal para Capello porque la Prensa inglesa espera la mínima para pasarle factura por el desplante a Beckham, al que ya mandó a la grada cuando fue entrenador del Real Madrid.

En Inglaterra también hay una gran expectación por ver qué sistema propone Capello para llevar a buen fin su primer objetivo: clasificar a los Pross para el Mundial de Suráfrica. En Inglaterra ya están hechos al juego rudo y no echan en falta los arabescos, pero aún no saben de lo que es capaz un equipo dirigido por Capello.