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Álvaro Cámara

"Nunca había besado el escudo de un equipo"

El último héroe de la afición del Hércules celebró su titularidad a lo grande. Tras su gol al Athletic, el medio centro demostró sus sentimientos hacia la blanquiazul.

Actualizado a

Tras seis meses apartado de los terrenos de juego, ¿se imaginaba que su regreso a la titularidad le iba a deparar esta sorpresa?

La verdad es que sí ha sido el regreso soñado, pero no ha sido completo por el resultado, que me parece injusto. El resto, pues ya se puede imaginar. Volver a casa, un ambiente espectacular, un equipo de Primera enfrente, un gol... Mejor imposible.

Quizá haya sido la recompensa a tanto esfuerzo. Medio año sin jugar, muchas horas de gimnasio, médicos, tratamientos...

No hacía falta marcar un gol para obtener una recompensa. Sólo con el cariño que me ha demostrado la gente y el oír mi nombre entre la afición, ya compensa todo. Ya lo dije en mi presentación: estoy muy orgulloso de haber vuelto.

Su celebración fue de las más efusivas que se recordaban por el Rico Pérez...

El problema es que tenía muchas dedicatorias pendientes. El gol me hubiese gustado dedicarlo a todos los que me han ayudado en mi recuperaci médicos, fisios... pero se me olvidó. También pensé en señalarme el nombre de la camiseta, pero también se me olvidó. Lo que no se me olvidó fue besar el escudo, que nunca antes en mi carrera lo había hecho, pero lo del Hércules es especial. Luego, besé el anillo porque mi familia es lo más importante.

Reconocerá que en los tiempos que corren no es muy habitual besarse el escudo de su equipo. ¿Es usted muy romántico?

Soy un romántico en todos los aspectos de vida, y en el fútbol, no iba a ser menos. Tenía muy claro que si alguna vez hacía ese gesto sería en el Hércules.

¿Tanto le ha dado este club?

En lo deportivo, el Hércules me lo ha dado todo. El ascenso que conseguimos a Segunda ha sido mi mayor éxito. Fuera del fútbol, he descubierto una ciudad en la que mi familia y yo estamos encantados. Además, aquí siempre me he sentido muy querido por la afición y eso es muy importante. Yo siempre digo que soy madrileño y alicantino.

Hábleme de cómo se encontró sobre el césped. Para estar seis meses sin jugar de inicio, estuvo perfecto...

Yo también me sorprendí por cómo estaba. Pensaba que me iba a costar más porque llevaba mucho tiempo parado. No obstante, hay que reconocer que tengo que mejorar muchas cosas. Los lanzamientos de falta, los balones que perdí en el centro del campo, que estando bien no es habitual que los pierda...

Sea sincero, ¿no sintió miedo por una posible recaída?

El miedo lo dejé cuando el doctor Guillén me dio el alta. Cuando todos los médicos valoraron que tenía bien la rodilla, el miedo lo dejé atrás.

­Desde hace unas semanas, no quiere decir ningún porcentaje sobre el momento de forma en el que se encuentra. ¿Se atreve ahora?

Eso os toca valorarlo a vosotros (la Prensa). Yo me encuentro bien, pero es cierto que todavía tengo mucho margen de mejora y que aún tengo que sacar lo mejor de mí.

En lo que se refiere al partido contra el Athletic en sí, ¿que le pareció el choque?

Cuando los dos conjuntos tuvimos once jugadores, sólo existió un equipo, y éste fue el Hércules. Las ganas las pusimos nosotros. Con uno menos, nos quedamos con las fuerzas justas y llegó el empate.

¿Cree que está decidida la eliminatoria?

Ni mucho menos. Está claro que será un partido complicado y que vamos a un campo en el que la gente aprieta mucho. Pero por delante hay 90 minutos y pude pasar cualquier cosa. Nosotros saldremos a ganar, como siempre.

Usted que estaba en el terreno de juego, ¿cómo vio la expulsión de Sendoa?

Me parece una jugada involuntaria. Él no fue a por el contrario. Además, Sendoa es un caballero y nunca ha tenido ni una mala patada. Me parece que ha recibido un castigo demasiado duro para la clase de persona que es.

Ahora, querrá confirmar su regreso afianzándose en el equipo titular de la Liga...

Está claro que uno trabaja para ello. El primer paso era jugar un partido de inicio y el martes lo hice. Ahora hay que seguir trabajando y esperar a que el míster me siga dando oportunidades. Soy de los que dicen que hay que aprovechar las oportunidades al máximo. En Copa, tuve una y la intenté disfrutar de la mejor manera. No obstante, el míster es el que debe de valorar esas cosas. Si no entro en el equipo, seguiré trabajando de la misma forma para que cuente conmigo en un futuro.

Al margen de la Copa, también tendrán que ir pensando en enderezar el rumbo en la Liga...

Está claro que es nuestro principal objetivo. Hemos cometido dos pecados capitales que hay que corregir si queremos estar arriba. Los goles que hemos recibido y los puntos que hemos dejado escapar en el Rico Pérez, nos han matado. Hay que solucionar eso porque si queremos estar arriba, tenemos que morir en el Rico Pérez.

Desde fuera, parecía que llevaba toda la vida jugando con Rodri en el doble pivote...

Con Rodri es muy fácil jugar. Es un pedazo de futbolista que a mí siempre me ha gustado. Me entendí con él a las mil maravillas. Es un tipo humilde y trabajador. Tenía ganas de jugar con él.

Usted siempre ha elogiado a esta plantilla. ¿Qué sensaciones le quedaron tras jugar con Mariño y Blas Pérez?

Mariño es un gran futbolista. Ante el Athletic demostró la clase de jugador que es. Estoy seguro de que llegará lejos en España. Por su parte, Blas Pérez es espectacular por el trabajo que realiza.

Mójese y dígame cuántos goles va a marcar esta temporada...

Suelo marcar una media que está entre los dos y los cuatro goles, a excepción del año del ascenso, que marqué seis. Me conformaré si consigo estar en esa media.