El Maracanazo provocó suicidios y trajo el amarillo
Desterró la camiseta blanca que venía utilizando
La fase final del Mundial de 1950 se jugó por liguilla y con los equipos que se habían clasificado primeros de cada grupo. Brasil se enfrentaba a Uruguay y España a Suecia, el mismo día (el 16 de julio) y a la misma hora. El optimismo rebosaba en un Maracaná repleto de 200.000 almas porque a Brasil le bastaba el empate y, además, jugaba en casa. Friaça marcó para los brasileños y explotó el estadio. Sin embargo, Uruguay, sacudido por el coraje de su capitán Obdulio Varela, logró darle la vuelta al marcador en los últimos minutos.
Eso provocó en la hinchada una decepción enorme e incluso hubo suicidios. La decepción fue tan grande que durante un par de años, la selección brasileña no volvió a jugar un sólo partido internacional. Cuando volvieron, el 28 de febrero de 1954 para enfrentarse con Chile en un partido de clasificacion para el Mundial del 54, Brasil decidió desterrar la camiseta blanca con cuello azul que hasta entonces había utilizado, para enfundarse una nueva, la actual, amarilla con el cuello y el ribete de las mangas verdes. Precisamente ése es el origen de que ahora a los jugadores de Brasil se les llame también los canarinhos.