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Eurocopa 2008 | Raúl Tamudo

El alma del Espanyol: un hincha quiere canonizarlo

El Barça no le quiso. Perico desde los 12 años

Me voy a la Selección como un niño de 20 años". La frase fue pronunciada por Raúl Tamudo a principios de esta semana, justo cuando se hizo público el sustituto de David Villa, lesionado precisamente el día en que el Espanyol tumbó a los ché en Mestalla (1-2). Casi sin quererlo, al capitán blanquiazul le ha llegado su momento. Paco Flores, técnico que apostó por él en edad casi juvenil, no tenía dudas sobre su hijastro: "Es el partido de su vida y ha nacido para jugarlo". Esperemos que tenga razón.

Tímido y reservado, el capitán españolista nunca levanta la voz. Se ha inflado a marcar goles (muchos milagrosos) para una entidad que ha vivido al límite, pero que ha tenido la suerte de criar un delantero integrado desde el primer momento y que lloró el día que se fue a negociar con el Glasgow Rangers (no fichó porque decían que tenía una lesión de rodilla) el que podría haber sido el contrato de su vida en el año 2000. Fue después de haber logrado la plata en los Juegos de Sidney y de haber debutado con la absoluta en Alemania, en un duelo para olvidar (4-1). Lo hizo con 22 años (la semana próxima cumple 30).

Sus números con la Selección son buenos, la verdad. En total ha disputado 391 minutos y ha hecho cuatro goles, uno casi cada 100'. Y con Luis Aragonés aún son mejores: 219 minutos, tres tantos (uno cada 70'). Su última aparición con la Selección fue también en un partido decisivo para Aragonés, aunque no tanto. Entonces España se medía a Serbia en el Calderón en la clasificación para el Mundial. Empataron a uno, pero el colchón era más grande que el de hoy, ya que había una repesca por si acaso.Cada verano, el nombre de Tamudo aparece en la lista de clubes interesados en él. El último en hacerlo fue el Villarreal. Pero entidades como Valencia, Sunderland, Rangers, Atlético o el propio Barça (Sandro Rosell quería cazarlo para los culés en 2003) siempre se encontraron con la misma respuesta: no, gracias.

Biografía.

Y es que el catalán es un tipo honesto. Sabe quien le puso en la elite y todo lo que ha tenido que padecer para lograrlo. Siendo infantil, los culés lo tuvieron un año a prueba, pero se cansó y decidió junto con sus padres (José y Paqui) jugar en el Espanyol. Se enroló con 12 años.

Es ídolo, estrella y algo intocable para los fervientes seguidores. Tanto que su biografía (publicada por Tomás Guasch y cuya portada aparece ilustrando estas líneas) llegó a ser número uno en ventas en Cataluña.

Un seguidor perico (Xavier Boró) decidió hacer una campaña para canonizarlo. Razones deportivas no le faltan, desde luego. La idea es que hoy salve a España, la Roja, la nuestra.