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Primera | Barcelona

Ronaldinho ya se teme lo peor: que Rijkaard lo siente

El crack está dolido por los tres cambios consecutivos

<b>TRISTÓN.</b> Ronaldinho estuvo ayer con el resto de sus compañeros, aunque se mostró decepcionado: sabe que no está nada fino.
ENRIC FONTCUBERTA

Hace tres años parecía imposible que Ronaldinho no mostrara su dentadura en todo momento. Siempre riendo, con alegría en su rostro y mostrando la felicidad de haber encontrado una plaza que realmente le llenaba en su vida: Barcelona. Ha pasado el tiempo y lo que era inviable se ha convertido en realidad: Ronaldinho ha perdido la imagen que deslumbraba a los más duros de este exigente mundo del fútbol.

Cuando parecía que a Ronaldinho le habían venido de maravilla las vacaciones y que el descanso habría hecho que recuperara la fuerza y la forma, la realidad es más bien diferente. No tiene chispa, se sitúa siempre por el carril central y sigue sin poder desbordar a ninguno de sus rivales. Y eso irrita a los seguidores, además de a su entrenador.

Rijkaard ya no quiere más tonterías y lo ha sentado en los tres últimos partidos (dos de Liga y uno de Champions), cosa que ha provocado un estado de gran malestar en el futbolista, especialmente tras ser sustituido ante el Olympique de Lyon el pasado miércoles, tal y como se aprecia en las imágenes de la derecha.

Lo que antes era compresión por parte de los seguidores cuando lo veían de juerga por Barcelona o Castelldefels, ha pasado a ser un arma acusatoria entre los hinchas, que entienden que no es la manera de cuidarse y rendir en el campo de juego.

Ayer, en la sesión de recuperación que hizo el equipo, el brasileño estuvo en todo momento con sus compañeros, atento y dispuesto a cumplir, pero algo dejaba entrever que su interior no estaba para tonterías.

Y es que Ronaldinho se la ve venir. Intuye el futbolista que los que vienen por detrás lo hacen con fuerza, además de que su entrenador ha descubierto que si coloca otras piezas, la maquinaria sigue funcionado, aunque parece que esté en pleno rodaje. Rijkaard hace días que lo barrunta, pero gente cercana a su entorno asegura que no acaba de atreverse. Si deja a Ronaldinho fuera y el equipo no funciona, la bronca puede ser descomunal, pero si alinea al brasileño y se atasca, ocurrirá lo mismo.