Segunda | Hércules
Goiko ya tiene un póker para sustentar su proyecto
Finalizada la primera parte de la estadía, Goikoetxea ya tiene en mente la columna vertebral de su Hércules. César, Rodri, Tote y Blas Pérez ya se han apoderado de un sitio. Aunque es muy pronto, el vasco muestra sus cartas.
Blas Pérez tardó un minuto en estrenarse
El fichaje estrella del Hércules sólo necesitó 60 segundos en mostrar todo su arsenal, tiempo que tardó en anotar su primer tanto al Torrevieja. Blas Pérez, con tres goles en la pretemporada, ha cumplido con su rol. Su eficacia de cara a puerta, su versatilidad de movimientos y la implicación que ha demostrado en el proyecto, han encajado perfectamente en la mentalidad del técnico vasco. Todavía en periodo de adaptación, el ariete ha manifestado que sólo se encuentra al sesenta por cien de su rendimiento. Él y Tote pueden ser una pareja letal.
Los galones catapultan el talento de Tote
Al principio de la estadía, Tote se mostró ilusionado por poder hacer una pretemporada desde el inicio. De momento, el madrileño ha demostrado que estaba en lo cierto y no ha defraudado a nadie. Además, los galones que ha asumido dentro del grupo, es uno de los capitanes, le han dado alas. Su precisión en el último pase le convierten en un jugador letal. La complicidad que ha encontrado con Blas Pérez puede dar muchas alegrías. La movilidad del panameño es lo que necesitaba Tote para lanzar sus milimétricas asistencias.
Rodri, un pulmón en la medular
Es posible que el fichaje de Rodri no fuese de los más mediáticos. Pero el ex del Castellón ha demostrado que necesita muy poco para adueñarse del centro del campo. La capacidad que ha demostrado para recuperar balones y su presencia en la medular le convierten en un jugador vital para cualquier entrenador. El valenciano es un seguro de vida y permite que el juego ofensivo blanquiazul fluya con total libertad. Él siempre guarda las espaldas. Goiko tendrá que buscarle una pareja de baile para que el binomio en el centro roce la perfección.
César quiere ser el nuevo jefe de la zaga
Aunque todavía está falto de ritmo, César tiene muchas papeletas para convertirse en el jefe de la defensa. Si continúa encajando con Llera, ambos pueden ser inexpugnables en el juego aéreo. Además, pueden ofrecer un amplio abanico de posibilidades en las jugadas de estrategia. Sólo su inactividad en estos dos últimos años le ha impedido mostrar todo su repertorio. Grita, manda y ordena a una línea que debe sustentar el potente juego ofensivo del equipo. Su anticipación y colocación deben convertirle en pieza imprescindible.