El Athletic mueve ficha y Gorka se va despidiendo

Que viene, que viene! ¿El qué? El final del culebrón Gorka Iraizoz. Se acaba. Podría haberse finiquitado ayer, pero no. El punto de cocción es excelente para traspasar al portero navarro al Athletic Club, el gran sueño del meta. Tras meses de conversaciones e informaciones, a Gorka se le va abrir de nuevo el mundo. El ultimátum lanzado por Paco Herrera el pasado jueves ha surgido efecto. En Bilbao se han puesto las pilas y buscan vías de financiación.

El montante de la operación ascenderá a 4,6 millones de euros y los vizcaínos deberán pagar en dos veces: la primera para abonar 2,6 y en la segunda, el resto. Fernando García Macua, nuevo presidente rojiblanco, se ausentó ayer de Bilbao por motivos personales, pero dejó a uno de sus hombres de confianza al frente de la negociación. Se trata de Joseba Inchaurraga, que confirmó un acuerdo con el futbolista (algo anunciado por AS hace unas semanas) y las intenciones de verlo pronto de rojiblanco.

Con todo esto, el Espanyol dejará un margen de dos días más a los dirigentes vascos, que en la tarde del jueves contactaron con los ejecutivos barceloneses. Posiblemente, en las próximas horas se fije un día concreto para acabar de cerrar la operación y será para cuando el equipo de Ernesto Valverde esté de regreso a casa (vuelven mañana a primera hora).

El problema del Athletic es el overbooking de porteros que tienen, aunque ayer liquidaron a Unai Alba y la idea inicial que tenían era colocar a Iñaki Lafuente en la operación. Pese a todo, Paco Herrera ya les ha comunicado que con Carlos Kameni y Kiko Casilla ya están más que servidos.

El partido de su vida lo hizo ante el Benfica

No cabe duda que el mejor partido de Gorka Iraizoz fue en cuartos de final de la pasada Copa UEFA, contra el Benfica en el estadio Da Luz. El navarro jugó aquella noche el encuentro con el que sueña cualquier portero. Esa gran actuación, además de servirle al Espanyol para clasificarse, a Gorka le valió para darse a conocer en toda Europa. Dos ojeadores ingleses lo siguieron muy de cerca. Uno del Chelsea y otro del Manchester United. Ambos quedaron maravillados con la seguridad y los reflejos de Gorka, no era para menos. Seguro que tomaron buena nota. También aquella noche empezó a fraguarse el interés del Athletic Club para el nuevo proyecto.