Sebastián hablará hoy con Herrera y Valverde para pedir explicaciones

Mallorca es la isla maldita para el españolismo. Se acabó de confirmar la noche del pasado domingo, cuando el proyecto de Ernesto Valverde se volvió a dar un golpetazo de consideración. Las cosa no pinta bien. Hay algo, no se sabe el qué, que no da buen rollo. Más bien al contrario. No gusta lo que se está viviendo, básicamente porque recuerda al pasado más reciente y eso asusta a más de uno. Evidente. La suma de negativismo hace que cuando las cosas van torcidas comiencen a el blanco como gris y el gris como el negro más oscuro de la paleta de colores. Sufrimeinto.

Fuentes consultadas por AS en la plantilla y en la directiva perica no quisieron hacer públicas sus reflexiones. Todos tratan de ocultarse en un anonimato que en este momento puede considerarse evidente. En cambio hoy las cosas podría ser diferentes. Sebastián Javier, vicepresidente deportivo del club tiene la intención de reunirse con Paco Herrera (director deportivo) y posiblemente con el técnico Valverde. Éste hace mucho que no acaba de ver las cosas claras, pero está seguro de poder sacar adelante su proyecto. Por buenas intenciones no será. Pero lo que es evidente es que si no entra la pelota, el follón está más que garantizado.

Herrera por su parte también está confuso. Se ha dado cuenta de una cosa que antes de firmar ya sabía: el Liverpool no es el Espanyol y sus cajas fuertes tienen sustanciales diferencias. Parte del trabajo sucio (las salidas) ya está hecho, pero queda un mundo por delante.

Paciencia.

Si se pudiera comprar, el presidente Dani Sánchez Llibre y sus más allegados dejarían ir la tarjeta de crédito y se llevarían sacos y sacos. Pero al no poder ser, lo que toca es pisar con los pies en el suelo y sarse cuenta de que las cosas no se están haciendo bien. Los dirigentes sufren por sus hinchas y estos tienen el corazón en un puño.

La plantilla habla y es consciente de que todo depende de ellos. Pero cuando las cosas van torcidas, lo mejor que se puede hacer es atarse el cinturón y tratar de contener la respiración. El jueves llega el Artmedia, en lo que debe ser un trámite para pasar a la liguilla de la Copa UEFA. Sería una buena manera de alzar el vuelo de una vez por todas.