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Primera | Real Sociedad

Las promesas del Sanse piden paso en la Real

Llevan tres victorias seguidas, la última ante el Athletic B

<b>UN EQUIPO SÓLIDO. </b>Los jugadores y el cuerpo técnico del Sanse posan para la foto oficial a principios de esta temporada.
foto cedida por noticias de gipuzkoa

Esta semana, a falta de alegrías de los mayores, la buena noticia para el club donostiarra llegaba desde Lezama. El conjunto de Gonzalo Arconada vencía 0-1 al Athletic B y, al mismo tiempo que reafirmaba su segunda plaza, vengaba a los de Amorrortu, que salieron goleados de San Mamés en la primera jornada. Si la Real es un club de cantera, el filial le está dando motivos para confiar en ella. Con su gran temporada, las promesas piden a gritos paso en el primer equipo.

"La clave está en la evolución. Se han adaptado a la categoría tras un comienzo difícil y no han parado de progresar, sobre todo en el juego", explica Gonzalo Arconada, el culpable de la buena trayectoria del filial. Pero el entrenador del Sanse no quiere lanzar las campanas al vuelo y recuerda que el grupo tiene rivales poderosos como el Oviedo, el Salamanca o el Real Unión, históricos de nuestro fútbol. Y como se trata de un filial, la clasificación, sin olvidarla, no es el objetivo del equipo. "Lo prioritario es formar jugadores. En eso la clasificación es importante, es el reflejo de la evolución de los chavales, se ve que avanzan. Por eso es bueno estar arriba".

El relevo.

En el Sanse la mayoría de edad se obtiene a los 23. Los más veteranos, como Ansotegi o Iñigo Ros, no pasan de esos años. El filial combina jugadores de esa edad con otros que acaban de cumplir los 18. "Los veteranos deben enseñar a los recién llegados, para que estos hagan lo mismo con los que suban", afirma Arconada. En eso se basa el Sanse para dar equilibrio al equipo, algo logrado a la perfección este año. Su momento dulce no pasa desapercibido para Amorrortu y Bakero, que mantienen contacto permanente con Arconada.

Cada semana jugadores como Susaeta o Agirretxe suben a foguearse con los mayores. "Todos no van a poder dar el salto. Es antinatura y se lo hacemos saber. Pero hay jugadores que de aquí a un tiempo van a dar mucho que hablar". A pesar de que la presencia de esas perlas, el filial, como dice Arconada, no puede vivir sólo de su calidad: "Si sólo tuviese buenas promesas y no fuese un grupo unido, se dispersaría. Es un grupo equilibrado, que trabaja en conjunto y tiene buenas individualidades. La base es el equilibrio.