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Javi Garrido

"Los números están ahí y no son fáciles de digerir"

En su segunda temporada en Primera, integra de una de las defensas más goleadas de los últimos años. Preocupado, analiza la situación y cita el remedio: vencer a Sevilla y Cádiz.

<b>LAS VENTAJAS </b>. “Cuando recibimos un gol nos puede la situación y el rival se aprovecha”
amaia zabalo

Son ya muchos partidos sin ganar, ¿cómo está el vestuario?

Los jugadores sabemos que no es una situación bonita, ni para la Real ni para la afición. Somos conscientes de que hay que darle la vuelta ya, porque todo se ve desde un punto de vista negativo. Hay que buscar el equilibrio y el vestuario está convencido de que pronto llegará.

Se volvió a ver contra el Villarreal, al equipo se le gana en el centro de campo y los rivales llegan muy cómodos a las posiciones defensivas.

Sí, lo que pasa es que la apuesta es clara porque tenemos jugadores muy ofensivos y todos nuestros ataques no se finalizan. Eso lo aprovecha el contrario. Es arriesgado ir al ataque porque la línea de atrás lo acusamos. Pero si las cosas saliesen, se hablaría de que todo va de maravilla.

¿Cómo vive un defensa que se quiera jugar al ataque y que la línea de atrás se resienta?

No sólo porque juegue en defensa, pero es una situación que preocupa. Se encajan demasiados tantos, el equipo hace goles pero no son suficientes porque recibes más de los que metes.

Aunque tiene que haber algo más para que el equipo se venga abajo con tanta facilidad.

Hemos tenido dos partidos contra Racing y Madrid que parecía que la victoria no se iba a escapar y luego sólo logras un punto. Esas situaciones, jornada tras jornada, van pesando.

Alguna solución debe existir para salir de una situación tan deprimente.

La solución pasa por sacar cosas positivas de aquí a navidades, como son los dos triunfos.

El sábado parecía que el equipo estaba un poco por debajo del Villarreal, ¿tienen la sensación de que lo que hacen es insuficiente?

Somos conscientes de nuestras virtudes y defectos. Hay veces que el equipo lo hace bien y luego acusa mucho los goles que recibe y se va muy abajo porque eso está costando puntos. Nos tenemos que fortalecer. Decir, 'nos han metido un gol, entra dentro del juego y a seguir igual'.

¿Pero qué les pasa por la cabeza cuando reciben un gol? ¿Miedo?

No es miedo. Nos puede un poco la situación. Parece que el partido está amarrado y, al recibir el gol, queremos mantener esa mínima ventaja. Es algo inconsciente y eso el rival lo aprovecha y se viene arriba mientras nosotros tenemos incertidumbre. Esa mezcla nos quita puntos. Y afecta.

Tras mucho tiempo con Aranburu, ¿acusó su ausencia?

Aranburu es un jugador peculiar, siempre había jugado en el centro y ahora estaba más escorado. Novo lo hizo bien, su juego es similar. No es bueno estar recordando a los que faltan.

Por las características de los jugadores que juegan en el interior, la banda queda más libre y eso le obliga a sumarse más al ataque. ¿No tiene eso bastante peligro?

Es arriesgado subir porque se ve que nos cogen varias veces en cada partido a la contra. Tiene el problema de que si te pilla descolocado, hace mucho daño. Me gusta subir, pero sin riesgos.

¿Cómo le sienta a un defensa de la Real que los contrarios digan que son frágiles atrás?

Muy bien no, pero es que los números están ahí y hay que ser realistas. Son muchos goles en contra y en algunos aspectos sí que nos falta. Son cosas que no son fáciles de digerir porque el adversario nos estudia y que un entrenador contrario hable así de la defensa, no gusta.

Es que sólo es su segunda temporada en Primera y ya es titular fijo.

Pero me tengo que exigir más y tener más ambición. A pesar de que es difícil que se noten las diferencias con el año pasado, tengo más seguridad con el balón y posicionamiento en el campo.