Xabi Prieto ya sabe lo que es golear al Madrid

Hay jugadores que se esconden en las ocasiones importantes. Otros desean que llegue el momento de enfrentarse a un equipo grande. Éste es el caso de Xabi Prieto, interior derecho de la Real y uno de los destacados del equipo en lo que va de Liga, aunque él piense que todavía no ha tocado techo: "Me están saliendo bien las cosas, pero puedo dar mucho más".

El partido de hoy es bastante significativo para él, que fue portada de los periódicos deportivos en la última victoria de la Real Sociedad ante el equipo blanco. Fue un 1-4 en el Bernabéu, en la última jornada de la 2003-04, que acabó de firmar la sentencia de Queiroz como entrenador madridista. Prieto marcó dos goles y sorprendió con sus filigranas, especialmente con el penalti a lo Panenka que le marcó a César. Actualmente sigue siendo el especialista de los donostiarras en el punto fatídico y no descarta repetir hoy ante Casillas esa forma tan elegante de lanzar una pena máxima: "Depende del momento. Si lo veo claro, sí. Pero lo importante es meterlo".

Desde aquella brillante actuación en Chamartín, San Sebastián entera espera la confirmación de Xabi Prieto. La irregularidad que había mostrado en años anteriores ha pasado a la historia en este, el mejor para él desde que subió al primer equipo. Junto a Kovacevic es el máximo goleador de los donostiarras en el campeonato (cuatro tantos) y la de hoy es su ocasión perfecta para confirmar que la promesa de aquel 1-4 ya es una realidad.

"Tengo ganas de que llegue el partido. Me gusta jugar ante los grandes, me siento cómodo. Aquel día me salió todo, ahora me conformo con lograr la victoria y hacer un buen encuentro", aunque no olvida que el Madrid ya hizo un mal partido el año pasado en San Sebastián y al final ganó 0-2.

Con todo, no se arruga, a pesar de que enfrente tendrá a Roberto Carlos. "Es un buen futbolista, pero es muy ofensivo y ahí le puedo hacer daño. Ya me he enfrentado a él y he salido satisfecho". A pesar de esos cuatro goles que lleva en la Liga, Prieto, por clase y elegancia, es más un jugador de último pase: "Me encantaría dar una asistencia. Es doble alegría: la mía y la del goleador". Su actuación hoy será determinante porque, como él mismo dice, "el Madrid sufre si no tiene el balón".