Joaquín se reunió con el Chelsea el pasado enero

Si nada raro sucede en los próximos meses, parece que la vida de Joaquín Sánchez estará lejos del Ruiz de Lopera. Sí. Así de claro y de sencillo. No hay más. Desde hace mucho tiempo, la rumorología futbolística le viste con la camiseta del Madrid o con la del Chelsea. El del El Puerto de Santa María está cansado de esperar la eterna propuesta de Florentino Pérez, por lo que los británicos han decidido arremangarse la camisa y ponerse manos a la obra.

Desde hace ya varios meses, los dirigentes del equipo londinense comenzaron a coquetear en serio con el extremo. No quieren que se le escape. Por ese motivo, según ha podido saber AS de fuentes próximas a la negociación, cuando en las oficinas de Stanford Bridge decidieron que lo mejor que podían hacer con Claudio Ranieri (ex entrenador del Chelsea y ahora en el Valencia) era ponerle de patitas en la calle, invitaron al jugador bético a que conociera las instalaciones del club. Eso fue el pasado mes de enero.

Por aquel entonces, Peter Kenyon, director general del Chelsea, le comentó al jugador la intención de contratarle. Joaquín, ni corto ni perezoso, agradeció el interés, pero le aconsejó que lo mejor que podían hacer era hablar con el máximo dirigente del conjunto bético. Y ahí es cuando le llegó la gran sorpresa al delantero, puesto que Kenyon le aseguró que el acuerdo está cerrado con el señor Lopera. Le daremos al Betis 30 millones de euros. La cara de Joaquín cambió de golpe, y como si nada, se vio jugando con la camiseta del Chelsea.

El proyecto de Kenyon era perfecto. Con el consentimiento de Roman Abramovich para deshacerse de Ranieri, el hombre elegido para entrenar a los blues no era otro que Fabio Capello, que estaba completamente de acuerdo en fichar a Joaquín.

Pero el tiempo quiso que el por aquel entonces técnico de la Roma se decidiera por seguir en su país, desestimando el probar suerte en la Premier League y aceptó el contrato que le ofrecía la Juventus. Y la historia quiso que Joaquín no pudiera dar el gran pelotazo de su vida. Cuando tenía su traspaso casi cerrado, todo se derrumbó como un castillo de naipes.

Los informes que tienen en el Chelsea de Joaquín son extraodinarios. Por ese motivo, a Jose Mourinho se le encendió la luz al pensar que le hacía falta un extremo derecha. Y ahí fue cuando habló con Kenyon para que reactivara la operación. Según el portugués, su equipo está muy compensado en todas la líneas, aunque por la diestra le falta un hombre que pueda romper con elegancia, clase y velocidad, y que además, sepa centrar de lujo para que sus poderosos delanteros.

Mourinho, consciente de que Joaquín es una de las perlas del fútbol europeo, no dudará en apretar a Kenyon. Éste tendrá la misión de convencer a Abramovich para que ponga encima de la mesa los 30 millones de euros que le ha pedido Lopera.

La historia seguirá en los próximos días. El jugador verdiblanco quiere mantenerse al margen, pero entre su padre y agente, Aurelio Sánchez, y Kenyon, lo están armando todo. Querer es poder en el Chelsea. Y con dinero se consigue todo. Joaquín apunta lejos del Ruiz de Lopera. Veremos.

El portuense no quiso valorar las palabras de Lopera sobre su posible salida del club

Joaquín no acudió ayer a la conferencia de prensa. Las palabras de Lopera tras la foto oficial del equipo en las que el presidente aseguró que el futuro del portuense no pasaba por el Real Madrid no tuvieron respuesta. Se esperaba con ansia lo que pudiera decir el propio afectado, ya que el presidente fue muy claro, y no como otras veces a la hora de reconocer que cualquier día podría dar salida del club al portuense: Hemos dicho tres veces que no a unos ofrecimientos que nos han llegado por Joaquín, pero si siguen subiendo la oferta, algún día podemos decir que sí. El extremo ha dicho siempre que primero se debe hablar con el Betis. Lopera ya dejó claro el miércoles que el portuense está en el mercado. El próximo capítulo no tiene fecha, aunque las palabras del presidente huelen como si ya se empezara a allanar el terreno para suavizar la salida del extremo internacional. El presidente sabe que la salida del jugador llenaría las arcas verdiblancas.