Los periquitos picotearon con saña a un mal Betis

El disparo más peligroso realizado ayer por cualquier pelotero vestido de verdiblanco fue de Antonio Canales, barriga en ristre, durante el saque de honor. El resto, festival de un Espanyol que juega en Heliópolis como en casa. ¡Vaya chollito que ha encontrado! Y es que fueron cuatro los chicharritos que se llevó Prats, pero pudieron ser más si ese pésimo colegiado que ayer demostró ser Teixeira Vitienes hubiera sabido aplicar la ley de la ventaja en una falta de Juanito sobre Tamudo mientras Maxi se iba camino del gol, o hubiera pitado tres penaltis por un agarrón sobre Tamudo y sendas manos de Fernando y Varela. A esto le añadimos el aviso inicial en forma de lanzamiento al palo de Dani. Les estoy diciendo que ayer el Espanyol le pudo meter al ayer penoso equipete de Serra un 0-11. Porque el golito de Edú fue un detalle de generosidad de Kameni, ese portero que se parece a NKono en todo menos en una cosa. No lleva puesto el pantalón del chandal. Será por el calor...

Este partido nos sirvió para descubrir a un pedazo de jugador llamado Óscar Serrano. Será una estrella. Se lo van a rifar los grandes, ya lo verán. Y gran tarde de Maxi, que dio un recital. Tres magníficos goles y todo un partidazo que se marcó el muchacho, pero contando con la inestimable colaboración de un Betis terriblemente indolente. Dos regalos, uno de Juanito (estuvo pésimo el internacional) y otro de Assunçao (vaya asistencia que le dio a Dani) y el Espanyol, a lo suyo, a marcar.

Pero lo peor para el Betis, junto con la práctica de la elegancia social del regalo, fue su nula actitud, que provocó las iras de los aficionados, que obsequiaron a los suyos con una sonora bronca y un grito unánime: Échale eggs, Betis échale eggs (se lo pongo en inglés para no caer en la estultez de la ordinariez, pero ya me entienden...). La jugada del 1-4 es el ejemplo de lo que les relato. Tamudo se marcha de un Lembo que tira la toalla y permite el pase de la muerte amparándose en que el balón había traspasado la línea. Claro, Maxi a lo suyo, a golear y celebrar su nueva condición de comunitario que la Federación le reconoció el pasado jueves por la noche. En fin. Mucho Espanyol para un lamentable Betis.