El próximo nombramiento del ex concejal socialista de Urbanismo de Cornellà, José Luis Morlanes, como consejero delegado del Espanyol levanta también ampollas en el PSC. Son muchísimos los miembros de la Ejecutiva del partido que no entienden como su compañero puede beneficiarse de un jugosísimo puesto de trabajo cuando su rol como responsable del urbanismo de su ayuntamiento, debía limitarse a favorecer una operación sólo interesante para los ayuntamientos de Cornellà y El Prat y para el Espanyol.

El runrun del PSC es que Morlanes percibirá en el Espanyol un salario de 240.000 euros (40 millones de pesetas), cantidad que en la calle Nicaragua, sede del socialismo catalán, se considera eso: poco socialista. No debe extrañar que la figura de Morlanes despierte polémica, e incluso envidia, en las filas de su propio partido, puesto que actualmente ocupa un alto cargo en la empresa La Seda de Barcelona, a la que llegó, además de por su valía personal, que se le supone como al soldado el valor, por su amistad con José Montilla, hoy ministro y antes alcalde de Cornellà.